Soy cirujano plástico y te explico qué es colágeno, para qué sirve y qué alimentos debes comer para fomentar su producción en el cuerpo

Seguramente has escuchado la palabra colágeno más de una vez, pero quizás aún no sabes de qué se trata realmente. Y es que el término es constantemente citado a la hora de hablar de salud y bienestar.

En simple, se trata de una proteína estructural que produce el mismo cuerpo humano y que ayuda a dar firmeza y elasticidad a una serie de estructuras incluyendo la piel, los músculos, los tendones y los huesos.

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“Básicamente, para dar un ejemplo, son como los ladrillos de una pared”, explica a ADN.cl el doctor Eduardo Oyarse, cirujano plástico de la Clínica Alemana, quien hace un repaso completo por el nombre.

En ese sentido su producción depende de varios factores, pero una importante es los alimentos que se ingieren a diario. Y aunque esto último podría vincularse con la condición de salud o enfermedad de la persona, habría alimentos más efectivos para el proceso.

“Lo primero son las carnes magras, o sea el pollo, pavo, pescado”, detalla el especialista, sin descartar los huevos, los lácteos, naranjas, limones, kiwis, pimientos, espinacas, acelgas o algunos frutos secos. De hecho, sería importante contar aquellos con vitamina C.

“Los beneficios del colágeno son múltiples”, plantea Oyarse. “Van a aparecer menos arrugas o van a ser más tardías (...) lo otro importante es que tus huesos y articulaciones van a ser más fuertes, vas a tener mayor flexibilidad, menos dolores y vas a poder hacer ejercicio de mejor forma”.

Sin descartar la fortaleza del cabello o las uñas, las heridas podría cicatrizar de mejor y más rápido. “Un aspecto menos conocido, pero muy importante es que tu intestino va a ser mucho más sano, que va a tolerar mejor los alimentos, con menos molestias digestivas”.

Por otro lado, y según plantean desde Cleveland Clinic, a medida que las personas envejecen las personas suelen producir menos colágeno, de menor calidad y el ya existente se descompone a un ritmo más veloz.

Y si bien este no se puede medir, hay señales que sí indican que niveles bajos, donde se cuentan:

• Piel arrugada o flácida.
• Encogimiento, debilitamiento y dolores en los músculos.
• Tendones y ligamentos más rígidos y menos flexibles.
• Pérdida de movilidad.
• Problemas gastrointestinales.
• Problemas en el flujo sanguíneo.