Por este motivo no deberías lavar el pollo antes de cocinarlo

No es extraño que a la hora de preparar una comida que tenga pollo las personas laven dicha carne antes de comenzar el proceso de cocción, ya sea para ablandarla o simplemente con la idea de “limpiar” el ingrediente.

Pero ojo, porque según estudios y portales especializados en gastronomía esta no sería una buena idea.

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¿Por qué no debería lavar el pollo antes de cocerlo?

En simple, y según varias voces que se han internado en el tema, lavar el pollo podría aumentar el riesgo de propagar patógenos no deseados como la salmonela y la campylobacter, una bacteria que causa enfermedades gastrointestinales.

“Podría contaminar de forma cruzada muchos de los utensilios de cocina: el lavaplatos, probablemente la ropa, lo que sea que tengas cerca del fregadero”, explicó a National Geographic Betty Feng, profesora de ciencia alimentaria en la universidad de Purdue.

De hecho introducirlas al agua sería una forma de permitir que las bacterias “se muevan y salten”, pese a que originalmente no pueden hacerlo. Así es como tampoco se recomienda meter los trozos de pollo en un recipiente con agua.

Una perspectiva incluso más amplia la entrega el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). “Desde una perspectiva de seguridad alimentaria, no se recomienda lavar la carne cruda de ave, res, cerdo, cordero o ternera antes de cocinarla, explican en su sitio.

De hecho ahí mismo precisan que solo basta con cocinarlas mediante cualquier método tradicional (freír, hornear, asar, hervir) para matar los gérmenes presentes en los productos.

Y ojo, porque otro error garrafal sería sumar al proceso jabones o detergentes. “Pueden contaminar los alimentos con sustancias químicas y hacer que no sean seguros para su consumo”, explica tajante la institución.

Para una protección aún mayor se recomienda desinfectar los utensilios y las superficies que fueron parte del proceso con soluciones que sean capaces de eliminar los gérmenes y que, a la vez, estén aprobados para aplicar en las zonas más sensibles de la cocina.