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Afecta a una de cada tres personas: el grave error que cometen los chilenos ante los primeros síntomas de artrosis

El Dr. Osmar del Toro advierte que normalizar las molestias como algo propio de la edad es la principal causa de diagnósticos tardíos en una enfermedad que ya afecta a un tercio de la población.

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Getty Imagen / Motortion

Es una escena común: sentir una molestia en la rodilla o rigidez al levantarse y atribuirlo simplemente al “carnet” o al paso de los años. Sin embargo, esta actitud pasiva frente al dolor es, según los especialistas, el principal enemigo para tratar a tiempo la artrosis, una enfermedad que hoy afecta la calidad de vida de una de cada tres personas en Chile bajo la forma de dolor crónico.

El Dr. Osmar del Toro, Director Ejecutivo de Clínica Revitamed, es enfático al identificar el patrón de conducta que más daño causa: la consulta tardía. “La artrosis es una enfermedad progresiva que muchas veces se normaliza como parte del envejecimiento, lo que lleva a que las personas consulten cuando el dolor ya afecta su vida diaria”, explica el profesional.

El peligro de esperar

El desgaste del cartílago no es un evento súbito; es un proceso que avanza silenciosamente. El gran problema, advierte el Dr. del Toro, es que “muchas personas conviven con molestias por meses o años pensando que el dolor se pasará solo”.

Esta demora es crítica, ya que intervenir en las etapas iniciales es lo único que permite frenar el avance de la patología y preservar la movilidad. Cuando el paciente finalmente llega a la consulta, usualmente ya presenta síntomas limitantes como pérdida de fuerza, sensación de crujidos articulares y dificultad para acciones básicas como subir escaleras o agacharse.

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Factores de riesgo y brecha de género

Si bien la edad es un factor, no es el único. El sobrepeso, el sedentarismo y las lesiones previas actúan como aceleradores del deterioro.

El especialista destaca una brecha preocupante: en adultos mayores, la prevalencia de artrosis alcanza cifras cercanas al 46% en mujeres, frente a un 23% en hombres. Esto se explica, en parte, por los cambios hormonales posteriores a la menopausia, que aumentan el riesgo de daño en rodillas y caderas.

No basta con medicamentos

Otro error frecuente es creer que la solución está únicamente en la farmacia. “Apoyarse solo en pastillas sin trabajar el movimiento suele dar resultados limitados”, sentencia el Dr. del Toro.

El tratamiento exitoso debe ser integral. La evidencia médica posiciona al ejercicio terapéutico, el fortalecimiento muscular y el control del peso como pilares tan o más importantes que los analgésicos o las infiltraciones. El mensaje del experto es claro: consultar de manera oportuna no solo alivia el dolor, sino que es la clave para mantener la autonomía en la vejez.

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