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EE. UU. Muerte en el sendero: el brutal asesinato de una pareja en un parque nacional y la búsqueda de un fantasma

El ataque en Devil’s Den State Park dejó una familia quebrada y un agresor aún prófugo.

Sendero, bosque, caminata

Sendero, bosque, caminata / NurPhoto

La caminata comenzó como tantas otras. Un sábado templado, en medio del bosque espeso y los senderos sinuosos del Devil’s Den State Park, un matrimonio recién llegado a la zona decidió salir a recorrer el parque con sus dos pequeñas hijas. Pero la tarde, que prometía aire puro y paisaje, terminó marcada por el horror. Clinton David Brink, de 43 años, y Cristen Amanda Brink, de 41, fueron asesinados en pleno trayecto. Sus hijas, de apenas 9 y 7 años, sobrevivieron. Ellas vieron, entendieron, quizá más de lo que deberían, y quedaron solas por un momento que durará toda la vida.

La Policía Estatal de Arkansas fue alertada el sábado por la tarde. Al llegar al lugar, los cuerpos yacían sobre uno de los senderos, sin que hasta ahora se haya revelado públicamente cómo murieron. Solo se sabe que fueron “atacados”. En la espesura del parque —más de mil hectáreas de naturaleza cerrada y cobertura telefónica casi nula— cualquier socorro resulta lejano. Los caminos fueron cerrados al día siguiente, y el nombre del parque, Devil’s Den, cobró un nuevo sentido.

La familia Brink se había mudado recientemente a Prairie Grove. Sus vidas apenas comenzaban a reacomodarse cuando fueron truncadas. En un comunicado difundido por medios estadounidenses, los parientes de las víctimas pidieron privacidad, pero también justicia: “Clinton y Kristen murieron como héroes protegiendo a sus pequeñas. Merecen justicia”.

La descripción del sospechoso es precisa pero insuficiente: hombre blanco, complexión media, camisa de manga larga arremangada, gorra oscura, guantes sin dedos, gafas de sol, mochila negra. Fue visto saliendo del parque en un sedán negro, posiblemente un Mazda, con la matrícula cubierta por cinta adhesiva. La escena parece salida de una novela de suspenso, pero ocurrió a plena luz del día.

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Las autoridades trabajan contra el reloj. La Policía Estatal solicitó a quienes hayan estado ese sábado en el parque revisar fotos, videos y grabaciones de cámaras GoPro. También pidieron a vecinos revisar cámaras de seguridad o de caza. “Cada dato puede ser crucial”, insistió el portavoz policial, Nick Genty. El coronel Mike Hagar, director de la policía estatal, aseguró que todos los recursos están siendo movilizados. La gobernadora Sarah Huckabee Sanders, por su parte, expresó su consternación y prometió apoyo irrestricto a la investigación.

La investigación sigue abierta. Las niñas están con su familia. Y los caminos del Devil’s Den continúan cerrados, como si el bosque también necesitara guardar silencio. Pero en ese silencio crece una urgencia: encontrar al hombre que mató en la sombra y huyó sin dejar más rastro que el miedo.

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