Djokovic, espectador forzado: vio la final de Roland Garros entre Alcaraz y Sinner porque su esposa quiso
El serbio, quien quedó fuera del torneo en semifinales, terminó viendo desde su casa la consagración del murciano en París contra su voluntad.

Getty Images / PATRICK HAMILTON
Ni el escenario ni el deseo eran los esperados. Novak Djokovic, el campeón de 24 torneos de Grand Slam, vio la histórica final de Roland Garros 2025 entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner… pero no por gusto propio.
El serbio, quien quedó fuera de la final tras caer ante Sinner, había decidido mantenerse al margen del evento. No quería saber de tenis por un tiempo. Pero en su propia casa, había otra decisión tomada.
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“Yo no quería ver tenis ese día”, confesó el propio Djokovic días después, entre risas. “Pero Jelena sí quería verlo. Así que terminé viéndolo con ella”. Jelena, su esposa, simplemente encendió la televisión. Y Novak, uno de los mayores gladiadores que haya pisado la cancha de arcilla parisina, se convirtió en un espectador más, aunque fuera por obligación conyugal.
Desde el sofá de su casa en Belgrado, el serbio presenció lo que muchos llamaron un traspaso simbólico de la antorcha: Alcaraz y Sinner se enfrentaban en una final vibrante, donde el español terminó imponiéndose tras más de cuatro horas de juego. Un duelo que marcó el pulso de una nueva era en el tenis mundial.
Djokovic, que a lo largo de su carrera se caracterizó por dominar a ambos jóvenes en momentos claves, ahora los miraba desde lejos, no pudiendo ignorar lo que allí ocurría.
El momento fue tan curioso como simbólico: el rey de los Grand Slams -apartado en semifinales- vio cómo los nuevos aspirantes al trono se disputaban la corona que tantas veces le perteneció. No en la Philippe Chatrier, sino en su living, con el control remoto fuera de su control.