Ni pulgas ni piojos: esta fue la primera plaga que afectó a los humanos, que aún sufrimos
Un estudio concluyó que estos parásitos nos acompañan desde hace unos 50 mil años.

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Un nuevo estudio sugiere que los humanos comenzaron a convivir con las chinches mucho antes de la invención de las camas y la vida urbana, lo que las posiciona como la primera plaga que afectó nuestras comunidades. Según la investigación publicada en Biology Letters, estos parásitos saltaron desde los murciélagos a nuestros ancestros hace unos 50.000 años.
Los científicos creen que la Cimex lectularius, especie conocida comúnmente como chinche de cama, pasó de alimentarse de murciélagos a humanos cuando estos aún vivían en cuevas. El cambio de entorno provocó una transformación evolutiva en la especie, especialmente después del Último Máximo Glacial, hace unos 20.000 años.
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“El linaje asociado a los humanos se recuperó y su población efectiva aumentó”, explicó la entomóloga Lindsay Miles, de Virginia Tech. En contraste, la población de chinches que siguió alimentándose de murciélagos nunca logró recuperarse y continúa disminuyendo.
El auge de las chinches humanas coincidió con el proceso de urbanización hace aproximadamente 12.000 años. Al migrar a las ciudades, el contacto humano constante favoreció la expansión del parásito. Durante milenios, estos insectos mantuvieron una relación cercana con nuestra especie, interrumpida brevemente en la década de 1940 con la invención del pesticida DDT, que redujo drásticamente su población.

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Sin embargo, cinco años después, las chinches regresaron con fuerza y comenzaron a desarrollar resistencia a diversos pesticidas. Hoy están presentes en casi todo el mundo, adaptadas al entorno humano y difíciles de erradicar.
El estudio destaca que la baja diversidad genética en las chinches actuales sugiere que solo unos pocos individuos viajaron con nosotros durante nuestra expansión global. Esta relación de largo plazo, señalan los autores, demuestra cómo los humanos han sido el principal factor en la supervivencia y éxito evolutivo de estos parásitos.