Teatro Municipal de Iquique vivió emotiva reapertura

La reinauguración del Teatro Municipal de Iquique, el cual estaba cerrado desde 2007, se suma la recuperación de su homólogo de Viña del Mar, siendo más que la restauración de un edificio histórico; es un renacimiento cultural para la ciudad. Promete ser un espacio vibrante donde artistas locales y foráneos puedan compartir su talento, donde la comunidad pueda reunirse y donde nuevas historias puedan ser creadas.

El evento oficial de reapertura tuvo lugar ayer martes 27 de mayo, y contó con la presencia de la ministra de las Culturas, Carolina Arredondo y el alcalde de Iquique, Mauricio Soria, el Gobernador de Tarapacá, José Miguel Carvajal, y el Subsecretario de Obras Públicas, Danilo Nuñez, entre otras autoridades, para presenciar una particular gala lírica.

Y la expectación era palpaba en el aire mientras la gente se congregaba en la entrada para celebrar la resurrección de este emblemático lugar, cuya historia se remonta a 1889, cuando se inauguró este hermoso espacio con la ópera ‘El Trovador’ de Verdi. Y nuevamente es la ópera el género que da el vamos a esta nueva era del teatro, ya que se presentó ‘Lágrimas de Sal’, un estreno absoluto producido por el centro cultural La Minga y la Fundación Ópera de Cámara de Chile,

Previo a la ópera, una intervención en el frontis de la Escuela Regional de Ballet de Iquique recibió a los espectadores mientras hacían ingreso. Adentro, era cosa de contemplar la luminosa sala principal, con todas sus pulidas formas neoclásicas y las restauradas pinturas que adornan el techo.

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Un muy sonoro y jubiloso aplauso se produjo cuando la maestra de ceremonias dijo las palabras “Bienvenidos al Teatro Municipal de Iquique”. Y junto con los discursos de rigor, desde el palco del segundo nivel el Coro de Cámara y Voces Blancas del Teatro Municipal entonó los himnos de Chile y de la ciudad, siendo el segundo cantado con más entusiasmo y orgullo por los presentes. Cabe decir que este cuerpo artístico que dirige Gonzalo Calle Recabarren, se ha mantenido activo de manera constante pese a los cierres del teatro.

Promocionada como la “primera ópera de Tarapacá”, ‘Lágrimas de Sal’ fue compuesta por el músico local Rodo Miranda, quien en 2024 obtuvo el segundo lugar en el Festival de Olmué. Bernando Ilaja estuvo al frente de una orquesta de cámara, y los protagonistas fueron la mezzo Marisol Hernández, el barítono Felipe Ulloa, el bajo Sergio Gallardo y el tenor José Azócar. El diseño escénico de Jorge Miranda y Daniela Portillo apela a la época del salitre, que fue cuando el teatro alcanzó su esplendor.

Es una obra de unos 50 minutos de duración, cuya trama es una historia de amor en el contexto de la masacre de la Escuela de Santa María de Iquique de 1907 (sí, es inevitable pensar en la icónica composición de Luis Advis, aunque no son comparables).

Es una propuesta, genéricamente se acerca más a una cantata escénica que a una ópera, y musicalmente recuerda mucho a las partituras teatrales del recordado compositor chileno Sergio Ortega, como ‘Fulgor y Muerte de Joaquín Murieta’ y ‘La Dama del Canasto’. El público recibió de manera efusiva la pieza, que se benefició de la buena acústica de este renovado espacio.

Así, con el telón abierto y las luces brillando, el Teatro Municipal de Iquique promete volver a ser el epicentro cultural de la ciudad, listo para recibir a todos los que aman la música y las artes escénicas. La ciudad recupera un pedazo de su alma, y el futuro se ve un poco más brillante gracias a este esfuerzo colectivo.