¿Perdiste tu celular? Guía práctica para protegerte antes, durante y después
Considera estas recomendaciones para saber qué hacer en una situación tan compleja.

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Perder el celular puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza. En él no solo se almacena nuestra agenda, fotos y mensajes, sino también datos personales, claves de acceso y hasta medios de pago.
Por eso, saber cómo reaccionar puede marcar una gran diferencia al momento de afrontar la situación. En la misma línea, es fundamental prepararse de antemano y no reaccionar a ciegas en el momento de angustia.
Actualmente, el teléfono móvil es una extensión de la vida en el ámbito digital. Se ha vuelto indispensable para trabajar, comunicarse, hacer compras o incluso abrir una puerta inteligente.
Es por eso que extraviarlo conlleva mucho más que reemplazar un aparato, también implica un riesgo para la privacidad y la seguridad.
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Elías Inostroza, master trainer de Productos Móviles en Samsung Chile, se refirió a todo lo que conlleva esta situación y la forma en que desde la compañía buscan ayudar en el proceso a sus usuarios.
“En Samsung, entendemos lo valioso que es para nuestros usuarios, por eso desarrollamos tecnologías como Samsung Find, que permiten localizarlo fácilmente“, comenzó diciendo.
“Pero lo más importante es crear conciencia: cuidar tu teléfono es cuidar tu información, tu seguridad y tu tranquilidad”, agregó, enfatizando el lo delicado de la situación.
Antes de perderlo: Esto puedes hacer hoy
La prevención es clave. Un buen punto de partida es evitar situaciones riesgosas que expongan tu teléfono a caídas, robos o extravíos.
Pero más allá de aquello, lo que puede escapar de nuestras manos, también es importante configurar herramientas que te permitan actuar rápido si algo ocurre.
Entre las principales recomendaciones se encuentran:
- Instalar sistemas de rastreo como Samsung Find, que permiten localizar no solo el celular, sino también tablets, relojes, audífonos y otros dispositivos asociados.
- Activar el bloqueo automático, ya sea por botón lateral, al apagarse la pantalla o con un código PIN. Complementarlo con métodos biométricos como la huella dactilar o el reconocimiento facial refuerza aún más la seguridad.
- Guardar el IMEI (se encuentra en la caja del equipo), fundamental para reportar y bloquear el teléfono en caso de pérdida.
- Respaldar los datos en la nube, lo que facilita restaurar la información si se adquiere un nuevo equipo.
¿Qué hacer apenas notas que tu teléfono no está?
Los primeros minutos son cruciales. Lo primero es intentar llamar al dispositivo, por si alguien cercano lo encuentra. Si no tienes éxito, hay varios pasos que puedes seguir:
- Localizarlo vía Samsung Find: si la herramienta está activa, puedes rastrear su última ubicación antes de que se apague. Además, puedes borrar remotamente la información.
- Cambiar contraseñas, especialmente de correos, redes sociales, apps bancarias o plataformas de pago.
- Contactar a tu operador móvil para bloquear el IMEI y/o la tarjeta SIM, lo que evitará su uso por terceros.
Si lo recuperaste (o no): Qué lecciones quedan
Tanto si logras recuperar tu equipo como si tuviste que reemplazarlo, siempre hay algo que aprender. Respaldar información periódicamente, activar sistemas de rastreo y considerar contratar seguros móviles son buenas prácticas que pueden ayudarte en el futuro.
En caso de tener un teléfono nuevo o temporal, recuerda transferir los datos respaldados para continuar tu rutina digital con la menor interrupción posible.
Seguridad invisible: así actúa Samsung Knox
Una de las capas más importantes de protección del ecosistema Galaxy es Samsung Knox, una tecnología integrada que actúa desde el primer momento en que el teléfono se enciende.
Toda la información en el equipo se encuentra cifrada. Además, si alguien intenta formatear el dispositivo, Knox entra en acción.
Tras un reseteo forzado, el sistema seguirá solicitando la cuenta original de Samsung para ser activado. Sin estas credenciales, el celular queda inutilizable.
Esta tecnología busca prevenir no solo el robo de información, sino también la reventa de dispositivos sustraídos, dificultando su uso por terceros y aumentando las probabilidades de recuperación.