“Terminan eligiendo por la obligación”: historias de jugadores que se retiraron o quedaron sin club por cambios en la Segunda División Profesional
En ADN Deportes te contamos de la realidad de futbolistas con recorrido en el balompié nacional y que, ante el aumento en cupos para deportistas juveniles, no han podido jugar en esta categoría.
Gustavo Fuentealba, exjugador de Segunda División Profesional
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En el desarrollo de la Segunda División Profesional, un elemento que generó problemas, provocando incluso un paro del SIFUP a comienzos de año, fue la postura de la ANFP de que la categoría se jugara íntegramente con jugadores sub 23.
Producto de lo anterior, se llegó a acuerdo para no tener limitantes de edad en torno a los planteles, pero sí con ciertos requisitos.
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Según el artículo 11 de las bases de la Segunda División Profesional, solo podrán contar con hasta 3 extranjeros.
En tanto, el artículo 31 exige que la planilla, deberán mantener en cancha al menos 3 jugadores nacidos a partir del 1° de enero de 2000 (sub 25) y al menos un jugador nacido a partir del 1° de enero de 2004 (sub 21).
Ante esto, hay equipos que tienen jugadores, muy jóvenes o muchos experimentados. Lo concreto es que algunos que llegaron en la temporada anterior para poder jugar vieron como el margen para encontrar club se fue achicando. Así, varios quedaron sin club y otros decidieron colgar los botines ante este escenario.
Los casos “críticos” de la Segunda División Profesional
Al momento de repasar nombres, Fernando Cordero pasó de Deportes Linares a ser dirigente del SIFUP; Sebastián Toro se fue de Santiago City; Michael Silva dejó San Antonio Unido; y Luca Pontigo llegó a entrenar con el equipo del SIFUP al irse del elenco “del timón y la gaviota”.
Hay otros casos más complejos. Uno es el de Gustavo Fuentealba, que estuvo en todas las categorías del fútbol chileno y cuyo último club fue Deportes Linares. Tras no encontrar equipo esta temporada, decidió retirarse a los 30 años y ahora trabaja en una tienda de ropa deportiva en La Serena.
“Para jugadores en mi caso, en el fútbol no eres veterano, pero te limita mucho por las reglas que hay. Te impide seguir jugando, la disponibilidad para los jóvenes no es algo negativo, pero que obliguen por regla a tener jugadores en cancha es una irresponsabilidad. Terminan eligiendo por la obligación más que por lo que son como jugadores”, comentó, lamentando su situación, en diálogo con ADN Deportes.
Otro que dejó Deportes Linares fue Franz Schultz, que optó también por colgar los botines y colocar una academia de fútbol en Valparaíso, donde entrena chicos entre 6 y 15 años. Siendo testigo directo del problema, es crítico de la gestión de la Segunda División Profesional.
“Varios llevamos jugando mucho tiempo, tenemos amigos y sabemos que no hay dinero en la Segunda División Profesional. Es difícil sostener un club cuando no tienen ingresos de ningún lado, es solamente gasto”, reconoció quien fuera campeón del fútbol chileno con la U de Chile.
“Es complejo, deberían dividir mejor el dinero para que el fútbol chileno crezca (...) Esta división está totalmente abandonada. Se podría hacer un campeonato más atractivo, inventar un playoff, por ejemplo”, sugiere en ADN Deportes el formado en Santiago Wanderers.
Otro caso de más “éxito” es el de Luciano Vargas, que con 26 años llegó a Concon National tras haber dejado Provincial Osorno. Sin embargo, en la larga espera por encontrar club, trabajó en una barbería en la región de Valparaíso durante dicho tiempo.
“Estuve con incertidumbre por el cambio de bases. Uno llegó a enero sabiendo de esos cambios, sin tener claro si estaría dentro de los cupos o no”, remarcó el defensor a ADN Deportes. Todo entre muchos otros casos de marginados en la categoría y con paso destacado en Primera División, como Sebastián Pol, Christian Jelves, Ronald González, Alejandro Delfino y Pablo Corral, entre otros.