La estrecha e inesperada relación de Robert Prevost, el nuevo Papa León XIV, con Sudamérica
El eclesiástico católico estadounidense es políglota, y uno de los idiomas en los que mejor se maneja, es el español.

Crédito: Paúl Sunción | Robert Prevost como obispo en Iglesia Católica Peruana.
Robert Francis Prevost Martínez, conocido desde el 8 de mayo de 2025 como León XIV, no solo hace historia como el primer papa de origen estadounidense, sino también como el primero de nacionalidad peruana, fortaleciendo así el lazo entre el papado y América del Sur.
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Nacido el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, el nuevo sumo pontífice pasó más de 30 años residiendo y sirviendo pastoralmente en el Perú, construyendo una trayectoria profundamente ligada a la vida eclesial y social del país andino.
La relación de León XIV con el Perú se remonta a mediados de los años ochenta. Tras ser ordenado sacerdote el 19 de junio de 1982 en Roma por el arzobispo Jean Jadot, fue destinado a la misión de Chulucanas entre 1985 y 1986, donde ejerció como vicario parroquial de la Catedral y Canciller.
Su labor fue tan significativa que, incluso cuando regresó brevemente a Estados Unidos (1987–1988) como promotor vocacional y director de misiones, continuó buscando apoyo económico para las misiones de su provincia, especialmente la de Chulucanas.
En 1988 volvió al Perú y se instaló en Trujillo, donde lideró el proyecto de formación común para aspirantes agustinos de los Vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac.
En ese mismo contexto, fue prior de la comunidad (1988–1992), director de formación (1988–1998) y maestro de profesos (1992–1998).
A nivel diocesano, sirvió en la arquidiócesis de Trujillo como vicario judicial, docente de seminario y rector encargado, además de fundar las parroquias Nuestra Señora de Monserrat y Santa Rita de Cascia.
Adquirió la nacionalidad peruana
Su cercanía con el clero y fieles peruanos se consolidó aún más cuando, el 3 de noviembre de 2014, el papa Francisco lo nombró obispo titular de Sufar y administrador apostólico de Chiclayo.
Tras su consagración episcopal el 12 de diciembre de ese año por el arzobispo James Patrick Green, fue designado oficialmente obispo de Chiclayo el 26 de septiembre de 2015.
Ese mismo 2015, Prevost adquirió la nacionalidad peruana, un gesto que ratificó su pertenencia y compromiso con el país.
Su rol en la Iglesia peruana continuó creciendo: entre 2018 y 2023, se desempeñó como vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal Peruana, y fue también presidente de la Comisión de Educación y Cultura, miembro del consejo permanente, del consejo económico y de la dirección de Caritas Perú.
Durante su paso por el episcopado peruano, también fue nombrado administrador apostólico del Callao entre abril de 2020 y mayo de 2021, lo que lo llevó a asumir responsabilidades temporales en otra de las diócesis más importantes del país.
Su experiencia en América Latina fue reconocida en el Vaticano. El 30 de enero de 2023, el papa Francisco lo designó prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, elevándolo simultáneamente a la dignidad de arzobispo ad personam.
A partir de entonces, fue llamado a integrar importantes organismos curiales: el Dicasterio para la Evangelización, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el de las Iglesias Orientales, los Institutos de Vida Consagrada, y el Dicasterio para la Cultura y la Educación.
Su elevada posición en la Curia fue consolidada cuando fue creado cardenal el 30 de septiembre de 2023, recibiendo el título de cardenal diácono de Santa Mónica. Finalmente, el 25 de abril de 2023, fue nombrado miembro del Dicasterio para los Textos Legislativos.