Durante este martes, personal municipal y Carabineros concretaron el desalojo de una toma ubicada en calle Condell, San Bernardo, en un terreno fiscal de 300 metros cuadrados, donde se había instalado una iglesia que funcionaba de forma irregular.

Revisa también:

• Dejan en libertad a menor baleado durante intento de robo a vivienda en Maipú: Mayor de edad se mantiene detenido
• Presidente Boric recibe informe final de la comisión para la Paz y el Entendimiento: “El país sabrá agradecer este histórico aporte”

De acuerdo con los antecedentes recogidos por el municipio, el lugar era administrado por un supuesto pastor evangélico que cobraba $100.000 mensuales a los ocupantes. Una situación similar se registró hace algunos meses en otro recinto de características parecidas, también en San Bernardo, donde se presume que los responsables serían hermanos.

Según detalló el alcalde de San Bernardo, Christopher White, “gracias a la pesquisa que hicimos con seguridad, pudimos ir determinando y desarmando la fachada, porque en realidad en el interior lo que había era arrendamiento de piezas, personas que salían de la cárcel y estaban un par de días en el lugar, y empezaban a haber movimientos de vehículos, llegaban cosas que probablemente habían sido desarmadas y reducidas y esparcidas a otros lugares”.

White agregó que el uso de símbolos religiosos dificultaba la acción comunitaria. “El pueblo evangélico empezó a tratar de ingresar para ver a las personas que estaban en el interior, salían con palos, los amenazaban, y de hecho la misma comunidad tenía mucho temor, mucho miedo, porque de pronto se sentían balas, se sentían amenazas a los dirigentes”.

El desalojo

Respecto al procedimiento, el coronel Alex Oporto, prefecto de la Prefectura Maipo, explicó que “se ha dado cumplimiento a una orden judicial, con el propósito de restablecer el orden público, toda vez que estaba tomado de manera ilegal por determinados ocupantes. (…) En este lugar se han cometido incivilidades y también ciertos delitos como consumo de droga y de alcohol. Lo más relevante es que existía una sensación de temor en la comunidad, sobre todo porque este sitio está a un costado de un jardín infantil y frente a un centro de salud familiar”.

Durante el desalojo, tres personas encendieron barricadas y Carabineros utilizó el carro lanza agua. No se reportaron detenidos.

Por su parte, el seremi de Seguridad Pública, Jaime Fuentes, afirmó que “nosotros vamos a hacer la persecución penal en todos los sentidos que sean necesarios (…) Principalmente, toda la investigación va apuntando al desarrollo por parte de este supuesto pastor evangélico que estaría desarrollando esta actividad ilícita”.

Desde el municipio confirmaron que los antecedentes fueron presentados ante el Ministerio Público y se ingresó una querella criminal. El alcalde concluyó asegurando que “nosotros lo podíamos definir previamente como un grupo de personas que estaban organizadas para hacer esto, pero ahora esperamos que el Ministerio Público haga lo que tiene que hacer”.