Tensión en el oficialismo: parlamentarios critican postura del FA y PC tras pedir veto a las Reglas del Uso de la Fuerza
Desde el Frente Amplio y el Partido Comunista solicitaron al Ejecutivo vetar el proyecto si este no incorpora el principio de proporcionalidad, clave para ellos en el resguardo de derechos fundamentales.

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El debate sobre el proyecto de Reglas del Uso de la Fuerza (RUF) está generando un fuerte quiebre al interior del oficialismo, luego de que el Senado aprobara la iniciativa y la despachara a la Cámara de Diputados para su tercer trámite legislativo.
Desde el Frente Amplio (FA) y el Partido Comunista (PC) solicitaron al Ejecutivo vetar el proyecto si este no incorpora el principio de proporcionalidad, clave para ellos en el resguardo de derechos fundamentales.
El senador Juan Ignacio Latorre (FA) sostuvo que es necesario “un uso proporcional y racional de la fuerza, especialmente ante grupos vulnerables”.

senador Juan Ignacio Latorre - acusación constitucional Giorgio Jackson
La propuesta fue modificada por sectores de la derecha durante su paso por la Cámara Alta, lo que generó inquietud en Apruebo Dignidad. Sin embargo, desde el Partido Socialista (PS) emergieron críticas al llamado a vetar el proyecto.
“No podemos aceptar”
El diputado Marcos Ilabaca (PS) calificó como ilegítimas las presiones internas para forzar una decisión presidencial. “No podemos aceptar presiones que buscan torcer la voluntad democrática del Congreso. Este proyecto es necesario y urgente para enfrentar la crisis de seguridad”, afirmó.

En la misma línea, el senador socialista Tomás De Rementería advirtió que vetar la RUF enviaría una mala señal en medio del aumento de hechos de violencia, como el reciente atentado en la central Rucalhue.
Por su parte, el diputado Jorge Brito (FA) acusó a los senadores de haber impregnado el debate con “sesgos ideológicos”, alejándolo de una discusión técnica.
El proyecto aún debe ser discutido en la Cámara, donde se anticipa que podría pasar a Comisión Mixta. Mientras tanto, la tensión entre las distintas fuerzas del oficialismo evidencia las diferencias sobre cómo enfrentar el desafío de garantizar la seguridad sin comprometer los derechos humanos.