Semana Crítica India-Pakistán: lo que hay que saber para entender la nueva crisis en Cachemira
Tras un mortal ataque en teritorio indio, se reportaron intercambios de disparos en la Línea de Control y ambos países, que poseen armas nucleares, cerraron el puesto fronterizo de Wagah en un claro signo de escalada.

Grunge flags of India and Pakistan divided by barb wire illustration, concept of tense relations between India and Pakistan / xbrchx
La siempre volátil relación entre India y Pakistán alcanzó un punto crítico esta semana, desencadenada por un ataque terrorista en la región de Cachemira que ha derivado en una rápida y severa respuesta mutua, elevando las alarmas sobre la estabilidad regional.
Ambos países fueron “creados” de la forma que existen hoy por Gran Bretaña, que separó el subcontinente Indio en ambas naciones, una para los musulmanes y otra para los hindúes, lo que ha arrastrado rencillas hasta la actualidad.
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El detonante fue un atentado ocurrido el martes 22 de abril en el valle de Baisaran, cerca de Pahalgam, en Cachemira administrada por India. Hombres armados atacaron a un grupo de turistas, causando la muerte de 26 personas, en su mayoría ciudadanos indios. Nueva Delhi no tardó en culpar a Pakistán por respaldar a los militantes responsables, calificando el hecho como un “ataque terrorista con vínculos transfronterizos”.
La reacción de India fue contundente e inmediata. Entre las medidas anunciadas esta semana se incluye la expulsión de varios diplomáticos pakistaníes, la revocación de casi todas las visas emitidas a ciudadanos pakistaníes (excepto algunas categorías como diplomáticas/oficiales y visas de largo plazo, con restricciones para visas médicas), el cierre del puesto fronterizo de Wagah y la suspensión de vuelos para aerolíneas indias en el espacio aéreo pakistaní. De manera particularmente significativa, India también anunció la suspensión del crucial Tratado de Aguas del Indo de 1960, un acuerdo vital para el reparto de aguas fluviales mediado por el Banco Mundial que ha sobrevivido a conflictos previos.

NEW DELHI, INDIA - APRIL 25: Indian Muslim people hold placards during a protest against the deadly attack on tourists in Pahalgam, Kashmir, in New Delhi, India, on April 25, 2025. At least 26 people were killed April 22 in Kashmir when gunmen opened fire on tourists. (Photo by Amarjeet Kumar Singh/Anadolu via Getty Images) / Anadolu
Pakistán, por su parte, ha negado categóricamente cualquier implicación en el ataque, llegando a sugerir que podría tratarse de una “operación de falsa bandera” para culpar a Islamabad. Las autoridades pakistaníes han respondido con medidas recíprocas y igualmente severas. Han declarado persona non grata a diplomáticos y agregados militares indios en Islamabad, exigiendo su salida antes del 30 de abril, han reducido el personal de la Alta Comisión India, han suspendido la mayoría de las visas para ciudadanos indios (con excepción para peregrinos Sikh), han cerrado el puesto fronterizo de Wagah para el tránsito desde India y también han prohibido el uso de su espacio aéreo a aerolíneas indias. Además, Pakistán ha suspendido todo el comercio bilateral con India.
La decisión de India sobre el Tratado de Aguas del Indo ha sido calificada por Pakistán como un “acto de guerra”, advirtiendo que cualquier intento unilateral de desviar el agua sería visto bajo esa luz y amenazando con suspender todos los acuerdos bilaterales con India, incluido el Acuerdo de Simla que estableció la Línea de Control.

"Studying Geography - Photograph of Afghanistan, Pakistan and surrounding countries on retro globe underneath a magnifying glass." / chrispecoraro
En el plano militar, se han reportado intercambios de fuego entre fuerzas indias y pakistaníes a lo largo de la Línea de Control (LoC) en Cachemira durante la noche del jueves y el viernes, aunque sin reportes inmediatos de bajas significativas. La ONU ha llamado a la “máxima moderación” a ambos lados.
La rápida escalada diplomática y militar de esta semana subraya la fragilidad de la paz entre India y Pakistán, donde la disputa territorial sobre Cachemira y las acusaciones de terrorismo continúan siendo detonantes de crisis con un potencial de escalada preocupante para la región y el mundo, ya que ambos países poseen un arsenal nuclear.