Trump presiona a Zelensky para que entregue territorio ucraniano a Rusia
El plan también contempla que la central nuclear de Zaporiyia, actualmente bajo control ruso, pase a ser administrada por Estados Unidos, permitiendo suministrar energía tanto a Rusia como a Ucrania.

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En medio de una guerra estancada y con crecientes presiones diplomáticas, Estados Unidos habría presentado una propuesta que contempla un giro drástico en el conflicto entre Ucrania y Rusia. Según medios como Axios y The Washington Post, la administración del presidente Donald Trump ofreció a Kiev un “acuerdo final” que implicaría renunciar a Crimea —anexada ilegalmente en 2014— y a otros territorios ocupados en el este y sur del país, a cambio de que Moscú congele las hostilidades en la actual línea del frente.
El plan, compuesto por siete puntos, plantea además que Ucrania no se incorpore a la OTAN, aunque sí a la Unión Europea, y propone levantar las sanciones económicas impuestas a Rusia. La oferta fue calificada como “inaceptable” por Kiev, cuyo presidente Volodímir Zelenski reafirmó que “renunciar a Crimea sería inconstitucional”. “Nuestro pueblo no aceptará un conflicto congelado disfrazado de paz”, sostuvo también la vice primera ministra ucraniana, Yulia Sviridenko.
El presidente Trump, por su parte, arremetió en su red social Truth contra la resistencia ucraniana a aceptar el plan. “Crimea ya se perdió hace años”, escribió, añadiendo que las declaraciones de Zelenski “sólo prolongan los campos de la muerte”. En su mensaje, también volvió a aceptar la narrativa rusa sobre el origen del conflicto, responsabilizando al presidente ucraniano de impedir un acuerdo y desacreditando su liderazgo.
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El documento fue entregado a representantes ucranianos la semana pasada en París y sería discutido técnicamente en una reunión a puertas cerradas en Londres, tras la cancelación de la asistencia de altos funcionarios estadounidenses como el secretario de Estado, Marco Rubio, y el enviado especial Steve Witkoff.
El plan también contempla que la central nuclear de Zaporiyia, actualmente bajo control ruso, pase a ser administrada por Estados Unidos, permitiendo suministrar energía tanto a Rusia como a Ucrania. Además, la oferta incluye una cláusula económica: la creación de un fondo conjunto para explotar los recursos del subsuelo ucraniano, del que Washington obtendría el 50% de los beneficios por la extracción de minerales, gas y petróleo.
Desde Bruselas, la Comisión Europea respondió con contundencia. “Crimea es Ucrania”, señaló un portavoz comunitario, reafirmando el compromiso de los Veintisiete con la soberanía territorial ucraniana y su rechazo a cualquier pacto negociado a espaldas de Kiev.
En paralelo a las negociaciones, el conflicto sigue activo. Este miércoles, un ataque ruso con dron en la región de Dnipropetrovsk dejó al menos nueve muertos y decenas de heridos, demostrando que la ofensiva de Moscú no ha dado tregua, pese a los movimientos diplomáticos. Ucrania, en tanto, enfrenta el dilema de negociar bajo presión o resistir a costa de un desgaste cada vez mayor.