“Yo no quería jugar más a la pelota; lo que realmente me hizo cambiar fue ver a mi hermano en la cárcel”
“Que un día la policía te levante a las 4 de la mañana, y te apunten en la cabeza preguntando dónde está tu mamá… fue algo fuerte para mí”, señaló Joe Abrigo, quien abordó su compleja historia familiar.

AGENCIA UNO / Sebastian Beltran Gaete
Joe Abrigo, actual volante de Palestino, abordó su compleja historia familiar, la cual está marcada por la delincuencia, y recordó duros momentos que atravesó en su vida antes de convertirse en futbolista profesional.
En diálogo con TNT Sports, el jugador de 30 años aseguró que “la delincuencia ha estado en mi familia desde que me acuerdo. Mi abuelo por parte de mamá, por mis tíos, por mi hermano chico, por mi mamá, y por mi familia en general. Me tocó vivir cosas feas”.
En la misma línea, el mediocampista de los “árabes” contó una difícil situación que vivió en su casa: “Un día que tenía que ir a la selección chilena juvenil, que te levanten a las 4 de la mañana la policía, todos encapuchados, y te apunten en la cabeza preguntando dónde está tu mamá... fue algo fuerte para mí”.
“Pasaba seguido, no era la primera vez que me tocaba ver esas cosas, no era primera vez que despertaba porque había disparos en mi casa o fuera de mi casa. Esas cosas me generaron una coraza y eso me fue haciendo inmune para que no me afectara. Igual, con el tiempo, sí me fue afectando. Ahora que veo a mis hijos, solo quiero que nunca pasen por lo que me tocó pasar a mí”, agregó Joe Abrigo.
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Además, el volante reconoció que a los 15 años pensó en abandonar el fútbol, pero una situación respecto a su hermano lo hizo cambiar de opinión.
“A los 15 años, cuando me echaron de Unión Española, no quería jugar más a la pelota. Empecé a salir a la calle, estaba siempre con amigos y luego vi que ellos comenzaron a irse presos, a irse a cárceles de menores, y fui quedándome solo. Pero lo que realmente me hizo cambiar fue ver a mi hermano en la cárcel de menores. Eso me pegó, porque era mi hermano chico, dormíamos en la misma cama con él y de un día a otro no tenerlo, creo que eso fue fuerte”, confesó.
Por último, Abrigo remarcó que gracias al fútbol logró tomar un buen camino en su vida. “El fútbol me sacó de todo lo malo, me libró de todo y me hizo ser una mejor persona, porque la formación en el fútbol te da muchos valores. Me dio otro estilo de vida”, concluyó.