Durante la mañana de este miércoles, y tras un masivo corte de luz en varias regiones del país, el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz, conversó con ADN Hoy y se refirió a la afectación en la red móvil de todas las compañías de comunicación, así como a los problemas de transporte generados por la interrupción del suministro eléctrico entre Arica y Los Lagos.

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El ministro se refirió a los problemas energéticos que afectó a las seis líneas del Metro de Santiago. “Tuvimos un corte energético enorme. La energía fue llegando progresivamente, los voltajes no estaban tan estabilizados y los trenes habían quedado dispuestos en la red de manera aleatoria, por lo que estaban distribuidos por toda la red. Hubo que empezar a preparar lo que es una operación, son seis líneas”, dijo.

“Yo me saco el sombrero con el método y el trabajo que tuvieron que realizar cerca de doscientos técnicos durante la noche para poder tener hoy día en la mañana todas las líneas operativas. Las líneas empiezan a funcionar a las seis y media de la mañana, y efectivamente la Línea 4 y la 4A empezaron a las siete diez, o sea, hubo un retraso de cuarenta minutos”, comentó.

Las seis líneas fallaron

Sin embargo, Muñoz explicó que el colapso del Metro tuvo un impacto significativo en la movilidad de la ciudad. “Cuando las seis líneas del Metro fallan, con ciento cincuenta kilómetros de red, toda la capacidad que tienen los buses es insuficiente para captar toda esa demanda y ofrecer un servicio de manera instantánea”, comentó.

“Lo que tuvimos sobre los ejes en los cuales se movía el Metro —no en el resto de la ciudad— fueron aglomeraciones muy importantes y una incapacidad del sistema de transporte para acoger a todas esas personas de inmediato. La gente, evidentemente, empezó a agolparse en los paraderos para tomar los buses y muchos optaron por caminar hacia distintos destinos”.

En esa línea, el ministro destacó el esfuerzo de los equipos técnicos para restablecer el servicio. “Fueron cerca de doscientos técnicos los que estuvieron trabajando en mantenimiento y operaciones para levantar los distintos sistemas, de energía, comunicaciones, comando, seguridad e informática. Todos esos sistemas hubo que restablecer, además de movilizar los cien trenes que habían quedado distribuidos por la red”.

Problemas en telecomunicaciones

Respecto a la telefonía, explicó que “el sistema funciona con distintas capas de antenas. En la capa principal hay mil trescientas antenas, que llamamos nivel uno, que son las antenas grandes, esas que uno ve en los cerros o en puntos altos y que tienen una gran cobertura, sobre todo en espacios urbanos. Esas antenas funcionaron y tienen una autonomía larga: las empresas deben garantizar un mínimo de tres días de funcionamiento sin alimentación energética”.

Sobre el impacto en otras antenas, agregó que “el segundo nivel, que es el nivel dos, corresponde a antenas más bajas, y a las empresas se les exige que tengan una autonomía de al menos cuatro horas sin energía. Es decir, si se corta la electricidad, esas antenas deben funcionar sin problemas por cuatro horas”, cerró.