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El secreto que esconden tus manos: Estos detalles podrían indicar la forma en la que envejecemos

Además, entregarían información sobre algunas enfermedades.

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Getty Images / Xabier Artola-Zubillaga [www.fli

El envejecimiento es un proceso natural de la vida y, por mucho que se piensan formas de frenarlo o disimularlo, es algo inevitable.

Bajo esta línea vale la pena destacar aquellas rutinas y hábitos diarios pueden influir en la longevidad y en la calidad de vida con el paso del tiempo.

La alimentación equilibrada, el ejercicio constante y el control del estrés son factores clave para una vejez saludable, según han señalado los médicos.

Pero existe una interrogante fundamental: ¿Cómo saber si estamos envejeciendo de manera saludable?, una duda que puede marcar la forma en la que nos cuidamos.

El genetista de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, David Sinclair, ha destacado un aspecto poco conocido que podría ser una pista clave: la velocidad de crecimiento de las uñas.

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En el podcast Lifespan, el doctor explicó que el ritmo al que crecen las uñas podría reflejar la velocidad del envejecimiento biológico.

Mientras más rápido crecen, estarías envejeciendo más lentamente”, aseguró el especialista. Según su hipótesis, esto se debe a que una regeneración rápida de las células indica un organismo más saludable.

El experto se basó en un estudio publicado en el Journal of Investigative Dermatology, en el que se midieron los cambios en el crecimiento de uñas de un centenar de personas durante varios años.

La investigación concluyó que, a partir de los 30 años, la velocidad de crecimiento de las uñas disminuye aproximadamente un 0.5% cada año, mientras que en personas más jóvenes el crecimiento es notablemente mayor.

Si eres de las personas que deben cortarse las uñas con frecuencia, es probable que tengas una vida más larga y saludable”, afirmó Sinclair.

Interesante indicador de salud

Más allá de su relación con la longevidad, las uñas también pueden revelar otros problemas de salud. Por ejemplo, la presencia de estrías o crestas ungueales en personas jóvenes podría indicar una deficiencia de vitamina A o zinc.

Además, si las uñas se vuelven delgadas y sus bordes se curvan hacia arriba (coiloniquia), podría tratarse de una deficiencia de hierro.

Las uñas gruesas, de tono amarillento y crecimiento lento pueden estar relacionadas con enfermedades pulmonares como la bronquitis crónica.

Por su parte, las llamadas “uñas de Lindsay”, que presentan una mitad blanca y otra de color rosado o marrón, podrían indicar insuficiencia renal.

Los especialistas recomiendan acudir al médico ante cualquier cambio inusual en las uñas, ya sea en su color, textura o forma.

Estas señales pueden ser indicadores tempranos de problemas de salud que requieren atención y tratamiento oportuno.

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