Fundación Cielos de Chile apela a la “relocalización del proyecto” INNA que amenaza la actividad astronómica en Chile
La propuesta enfocada en el hidrógeno y amoníaco verde generaría una importante contaminación lumínica, afectando la observación del universo desde suelo nacional.
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Daniela González
12:55
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En otra edición de Tu Nuevo ADN, María Pastora Sandoval conversó con Daniela González, directora ejecutiva de la Fundación Cielos de Chile, para analizar la polémica en torno al proyecto INNA por su impacto en el medioambiente y los cielos del país.
Se trata de una propuesta de infraestructura energética para la generación de hidrógeno y amoníaco verde con sede en Antofagasta, la cual ha recibido reparos por parte del Ministerio del Medio Ambiente (MMA).
El foco principal de cuestionamiento pasa porque podría poner en peligro los cielos prístinos del norte de Chile, “un patrimonio y laboratorio natural que permite la ciencia, el desarrollo social, el cuidado medioambiental y que necesita ser protegido”.
Según preció la invitada, “estamos hablando de un megaproyecto de casi 3.000 hectáreas y que su emplazamiento original sería a menos de 10 kilómetros de los observatorios científicos de Paranal y Armazones".
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Así, en caso de que se concrete la iniciativa, se vería “un impacto directo a la actividad científica que se desarrolla en el país”.
Frente a esto, “las voces astronómicas y de otras comunidades ambientales del país se levantaron para solicitar la relocalización del proyecto”. Esto, entendiendo “la necesidad de la renovación de la matriz energética (...) pero de manera de que ambas actividades coexistan”.
Respecto a las observaciones del MMA, la directora de la Fundación remarcó que fueron “contundentes respecto a la necesidad de contar con mejor y mayor información del proyecto INNA”.
Efectos en la observación científica
La especialista en la materia abordó la forma en que la actividad astronómica del país se vería afectada con la llegada del proyecto, destacando el gran posicionamiento del país a nivel mundial.
“Estamos hablando el último cielo prístino para la observación científica. Tenemos que recordar que Chile concentra más de la mitad de la capacidad de observación científica del mundo y con la generación de estos grandes telescopios llegaríamos al 70%”, reflexionó.
“Estamos hablando no solamente de una responsabilidad local, sino también de la responsabilidad del Estado frente a otras naciones e instituciones internacionales científicas”, puntualizó.
En cuanto al problema de centro, González explicó que “lo que hacen los telescopios es captar luz, aquellas señales más lejanas (...) por lo tanto, compiten cuando tenemos contaminación lumínica”, asegurando que “entorpece el trabajo”.
Falta de precisión e información clara
Entre los temas principales, de cuestiona la forma en la que el titular del proyecto, AES Andes, “no define el área de influencia de manera clara”.
“Por lo tanto, esto hace que todas las medidas que ellos sugieren de mitigación no son válidas, porque el escenario sobre el cual se está modelando no es el correcto", reafirmó la representante de Cielos de Chile.
Frente a esto, “el Ministerio del Medioambiente plantea la necesidad de un nuevo estudio”, pero diferentes organizaciones apelan a “el término anticipado del proyecto”, en base a “una figura que permite el reglamento del Servicio de Evaluación Ambiental”.
Asimismo, se considera el hecho de que “el titular pueda elaborar nuevos estudios, pero poner una nueva localización. Trabajar con las organizaciones científicas y socioambientales del territorio, buscando una localización que sea más armónica“.
En definitiva, Daniela González remarcó que el objetivo es “no perpetuar un proyecto que es inviable”, intentando “no quedarnos pegados en el tema de una revisión donde solamente se estarían parchando aspectos, pero que no resolvería las cuestiones que se han planteado de fondo”.