Ciudadano ADN. Pediatra Carlos González explica cómo criar a los niños desde el respeto y la comprensión: “Si mi esposa no me hace caso, no le grito ni la castigo”

Durante este miércoles, Carlos González, fundador y presidente de la Asociación Catalana Pro Lactancia Materna (ACPAM), conversó con Ciudadano ADN sobre temas clave de la infancia y la maternidad, donde explicó a los auditores cómo tratar a los niños desde una perspectiva respetuosa y empática.

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“Los niños siempre tienen límites y los padres siempre tenemos autoridad, pero esta no viene de ser más fuertes o imponer miedo, sino del cariño y respeto que nuestros hijos sienten por nosotros. Es un vínculo natural: los niños nos obedecen porque nos aman, y nuestra autoridad se construye sobre esa base de confianza y conexión”, señaló González.

Además, añadió que la crianza respetuosa implica tratar a los niños con el mismo respeto que se tiene hacia otros adultos. “Si mi esposa no me hace caso, no le grito ni la castigo. Simplemente, lo intento otra vez de manera amable o asumo que tiene sus motivos. Con los niños es igual: no se trata de someterlos, sino de entenderlos y acompañarlos”, ejemplificó.

“La crianza respetuosa no significa que los niños hagan lo que quieran, sin límites ni consecuencias. Se trata de enseñarles desde la comprensión y el respeto, sin recurrir a golpes o gritos. Significa escuchar, dialogar y guiar. Los límites existen, pero deben estar acompañados de empatía y una comunicación efectiva”, explicó González.

¿Cómo tratar con las rabietas?

En cuanto a las rabietas, González hizo hincapié en que no deben considerarse como un desafío, sino como una oportunidad de aprendizaje. “El problema no es que los niños tengan rabietas, el problema es cómo los adultos gestionamos esas frustraciones. Los niños, en su proceso de desarrollo, no saben manejar sus emociones, y nosotros, como padres, tenemos que enseñarles a lidiar con esas emociones sin perder el control”, comentó.

“Cuando un niño tiene una rabieta, no está tratando de manipular, está lidiando con algo que no sabe cómo manejar. Como adultos, debemos ser conscientes de que su frustración no es un ataque, sino una señal de que necesitan nuestra guía para aprender a manejar sus emociones”, añadió.

Sobre la noción de autoridad, González aclaró que debe basarse en la conexión emocional y el respeto, no en el temor. “Es esa conexión la que los lleva a seguir nuestras indicaciones y aprender de nuestras enseñanzas, no el temor a ser castigados”, señaló.

“Los premios y castigos no modifican la conducta de manera efectiva. Y, aunque pudieran hacerlo, no me parecen una opción ética, porque lo importante es enseñar a hacer lo correcto por el valor intrínseco de las acciones, no por el temor al castigo o la expectativa de recompensa”, subrayó.

Finalmente, el experto resaltó que “el ejemplo es clave en la educación de los niños. No se trata solo de decirles lo que deben hacer, sino de mostrarles con nuestras acciones lo que significa ser una buena persona”, concluyó González.