“Las mujeres podemos hacer lo que queramos”: capitán Natalia Henríquez, la primera piloto chilena en llegar al Polo Sur
En esta ocasión, el Presidente Gabriel Boric también se convirtió en el primer mandatario latinoamericano en ejercicio en visitar este remoto destino.
Capitán Natalia Henríquez
La Operación Estrella Polar III finalizó con éxito durante la tarde del sábado 4 de enero, marcando un hito histórico para Chile y América Latina. En esta ocasión, el Presidente Gabriel Boric se convirtió en el primer mandatario latinoamericano en ejercicio en visitar el Polo Sur.
La última etapa del traslado fue realizada en un helicóptero Black Hawk, pilotado por la capitán de la Fuerza Aérea de Chile, Natalia Henríquez, quien hizo historia como la primera mujer chilena en alcanzar este remoto destino.
En una entrevista con 24 Horas, Henríquez compartió los detalles de esta experiencia transformadora, destacando el significado personal y profesional de esta travesía. “Para mí fue una experiencia que me llena de orgullo, de felicidad”, comenzó.
“Cuando entré a la Fuerza Aérea jamás imaginé que viviría una operación tan importante. Descubrir que nunca antes una mujer había volado un helicóptero hasta el Polo Sur fue... al principio no lo creía mucho”, confesó.
La capitán también resaltó que este logro demuestra que “las mujeres podemos hacer todo lo que queramos”.
La capitán Natalia Henríquez es la primera piloto chilena en llegar al Polo Sur
Henríquez expresó su esperanza de inspirar a otros con su historia. “Es un honor saber que alguien se podría inspirar con esta operación. Me haría muy feliz”, declaró. Su participación en la misión subraya la creciente participación de mujeres en roles históricamente dominados por hombres.
Por otro lado, la Operación Estrella Polar III requirió una planificación rigurosa de más de un año. Considerando las extremas temperaturas del Polo Sur, la Fuerza Aérea desarrolló vuelos de larga duración para simular las condiciones del viaje.
“El último tramo a bordo del Black Hawk fue de más de cinco horas”, explicó Henríquez, agregando que la preparación también incluyó entrenamientos de supervivencia en nieve bajo la guía del Ejército, y simulaciones de reabastecimiento de combustible en temperaturas inferiores a -30°C.
