El parque de Santiago que es un ‘santuario de la naturaleza’: tiene árboles ancestrales y se puede visitar por el día

A la hora de pensar en panoramas para realizar en la ciudad de Santiago, existen un sinfín de lugar que poseen un atractivo importante.

Eso sí, si se está buscando un verdadero “santuario de la naturaleza”, hay un sector en particular que podría llamar la atención y que desde el año 1976 ostenta dicho título.

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De hecho, lo anterior se debe a que posee una amplia variedad de especies vegetales y, a la vez, por años ha sido un hito que concentra una potente ofertas cultural.

Fundado en 1842, y con 40 hectáreas de extensión, todo se trata del Parque Quinta Normal en Avenida Matucana, comuna de Santiago.

Con entrada gratuita, y disponible de lunes a domingo de 08:00 a 20:00 horas (horario verano) el lugar es ideal para pasear por el día en familia.

Con una estación de metro al lado (Quinta Normal, Línea 5), es precisamente en el interior del recinto donde se ubica una red de museos como emblemas como el Museo de Historia Natural y el Museo Ferroviario.

Aunque tampoco se puede dejar de lado su laguna, embarcaderos de botes y plaza con juegos de agua.

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“El parque fue, durante el siglo XIX, el principal centro de aclimatación de plantas exóticas, por eso en él se pueden apreciar raros exponentes de la flora de todo el mundo”, explica el libro Mira Tú, Guía para Perderse en Chile.

“Aquí por ejemplo, llegaron a Santiago los primeros plátanos orientales, árbol originario de Grecia y Turquía que luego se plantó en toda la capital y cuyo polen es la peor pesadilla de los alérgicos en primavera”, sigue el texto firmado por Juan Pablo Barros y basado en la serie de televisión homónima.

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Claro que el nivel internacional no solo se detiene ahí. “También hay alcornoques, que vienen de las costas del mar Mediterráneo y de cuya corteza se obtiene el corcho”.

“Los árboles más legendarios de todos los que viven en la Quinta Normal son los gincos, ubicados en el extremo norte del invernadero. Esta especie existe desde hace 270 millones de años, o sea, antes de que los dinosaurios pisaran la Tierra y 30 millones de años antes de que aparecieran las araucarias”, plantea el libro.