“Una victoria y un nuevo inicio para toda la región”: el mensaje del líder de HTS tras derrocar a Bashar al Assad en Siria
El cabezilla de Hayat Tahrir al Sham, grupo con raices en Al-Qaeda, instó a los sirios a la unidad y acusó al régimen depuesto de corrupción, sectarismo y vínculos con Irán.
Santiago
Desde la mezquita de los Omeyas en Damasco, el líder de Hayat Tahrir al Sham (HTS), Abu Mohammed al Jawlani, ofreció su primer discurso tras el derrocamiento del presidente sirio Bashar al Assad, poniendo fin a más de cinco décadas de gobierno de la familia Al Assad.
En su intervención, según consigna la BBC, calificó el hecho como “una victoria de todos los sirios” y aseguró que marca “el inicio de una nueva historia para toda la región”.
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El líder de HTS, organización que encabezó la coalición opositora, no solo celebró el fin del régimen, sino que también lanzó duras críticas contra Al Assad, a quien responsabilizó del sufrimiento de millones de sirios.
“¿Cuántas personas se han visto desplazadas? ¿Cuántas viven en tiendas de campaña o han perdido la vida en el mar?”, cuestionó, aludiendo al impacto humanitario de la guerra civil que comenzó en 2011. También acusó al depuesto mandatario de “convertir a Siria en una finca para las ambiciones iraníes” y de fomentar “sectarismo y corrupción”.
“Hoy se ha limpiado Siria”
El discurso estuvo marcado por un llamado a la unidad nacional para reconstruir el país tras más de una década de conflicto. Según Al Jawlani, ahora la lucha se enfoca en “construir juntos una Siria que esté a la altura de los sacrificios de su pueblo”.
El contexto simbólico del evento no pasó desapercibido, ya que la mezquita de los Omeyas, un sitio histórico y religioso de gran relevancia, fue uno de los epicentros de las protestas en 2011. Al Jawlani afirmó que “hoy se ha limpiado Siria, gracias a Dios y a los muyahidines”, mientras era interrumpido por los gritos de sus seguidores.
A pesar del tono conciliador del discurso, persisten dudas sobre las intenciones de HTS, una organización con raíces en Al Qaeda. Aunque en 2016 se desvinculó oficialmente de esta red extremista, la comunidad internacional y sectores de la sociedad siria ven con cautela el rol que asumirá en el futuro del país.