El inicio del proceso de devoluciones por cobros en exceso de las Isapres ha generado una ola de críticas, tanto desde la ciudadanía como desde el ámbito político. Los montos y plazos comunicados por las aseguradoras, con cuotas mensuales que en algunos casos no superan los $1.000 y un plazo máximo de 13 años para completar los pagos, han sido calificados como “ínfimos”, “insultantes” y “una burla”.

El proceso se enmarca en la controvertida ley corta aprobada en mayo por el Congreso, que permitió a las aseguradoras cumplir con el fallo de la Corte Suprema por la tabla de factores. Esta normativa también introdujo un alza extraordinaria en los planes de salud y puso fin a los excedentes, marcando un cambio en la relación entre las Isapres y sus afiliados.

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En total, las Isapres deben devolver cerca de US$1.200 millones, según los mecanismos y plazos establecidos por la ley. Sin embargo, los bajos montos informados y la prolongación del pago en hasta 13 años han generado molestia entre los cotizantes.

Defensa del superintendente

El superintendente de Salud, Víctor Torres, defendió la normativa este lunes en entrevista con Canal 24 Horas, argumentando que la ley corta fue la única alternativa viable para evitar un colapso del sistema.

“Esta fue la fórmula posible. Si la ley no cumplía con la posibilidad de darle sostenibilidad al sistema, las Isapres hubiesen caído todas en intervención, y estaríamos en el peor de los mundos”, afirmó.

Torres recordó que la ley estableció los plazos máximos de devolución y que estos fueron evaluados por un Consejo Consultivo y organismos técnicos de la superintendencia. Sin embargo, reconoció que las Isapres tienen la posibilidad de mejorar las condiciones de pago.

“Nada impide que las aseguradoras busquen alternativas para mejorar estos pagos, siempre y cuando tengan la capacidad financiera para hacerlo”, subrayó, citando el caso de Colmena, que reducirá el plazo a 10 años.

Críticas desde el Congreso y ajustes necesarios

Desde el Congreso, las críticas se han dirigido tanto al mecanismo de la ley corta como a la superintendencia por su rol en el diseño y supervisión del proceso. En respuesta, Torres admitió que los montos individuales resultaron ser más bajos de lo esperado.

“Nadie pudo anticipar el monto máximo de deuda por persona ni las condiciones específicas que ofrecerían las Isapres”, señaló.

El superintendente insistió en que las Isapres deben hacer un esfuerzo adicional para mejorar las devoluciones y destacó que la ley permite flexibilizar los plazos, siempre que haya disposición de las aseguradoras.