¿El Coliseo Romano inundado? Esto dicen los expertos sobre la polémica escena vista en “Gladiador 2″
La película nos muestra una increíble batalla naval en la arena, algo que ha hecho mucho ruido en el público.
El pasado 14 de noviembre se estrenó en los cines nacionales Gladiador 2, una de las películas más esperadas del año y que daba mucho de qué hablar desde que fue anunciada por primera vez, manteniendo expectante al público.
Y es que se trata de la continuación de una de las historias más aclamadas en la historia del cine, un verdadero clásico de la industria que vio la luz en el 2000 de la mano de Ridley Scott, quien volvió a asumir como director para esta secuela.
Tal como era de esperarse, incluyendo las infaltables críticas y cuestionamientos, el filme ha sido todo un éxito, triunfando en taquilla y muy bien valorado, aunque teniendo la dura vara comparativa con su predecesor.
En medio de todo el ruido que ha hecho el título, uno de los puntos más llamativos va más allá de la trama, los actores, la producción o los trabajos cinematográficos como tal, si no que refiere a un aspecto histórico.
Ya en una escena del tráiler se pudo ver el Coliseo Romano inundado con embarcaciones dentro en una especie de batalla naval, algo que llamó profundamente la atención. Tras la llegada de la cinta pudimos verlo aún más detallado y es bastante sorprendente.
A raíz de esto surgen las dudas de qué tan real es esto, de si realmente se hacían esas cosas en la Antigua Roma o simplemente fue otro recurso exagerado de la libertad creativa de Hollywood. En ADN conversamos con un conocedor del tema para salir de dudas.
Una realidad sazonada
Christian Leyton Araya, profesor de historia y geografía, se refirió a este tema y en primera instancia señaló que esto que vimos si existió, al menos a grandes rasgos. Se llaman naumaquias y “hay evidencias de que existieron”. Asimismo, especificó que iniciaron mucho antes de que fueran pasadas a los juegos del Coliseo como tal.
Según explicó, los primeros registros datan de la época de Julio Cesar, dando cuenta que se representaban batallas navales inundando lagos de forma artificial. Asimismo, detalló que “implicaba mucho gasto”.
Aludiendo a fuentes precisas, como lo son Dion Casio y Suetonio, Leyton precisó que “no queda muy claro las dimensiones” con la que se desarrollaron las naumaquias en el Coliseo, apelando también a que pudieron haber sido representaciones en seco dentro del mismo.
De todas formas, “en términos arqueológicos, se ha encontrado en partes del subsuelo del Coliseo que hubo agua, o que se pudo haber inundado con agua (...) hay sistemas hidráulicos, por los que algunos plantean que pudo haber sucedido haciendo la superficie impermeable, principalmente con cal”.
Aun así, el experto puso paños fríos reconociendo que estamos hablando de algo “bastante grande” y la evidencia arqueológica “no quiere decir que necesariamente haya existido en la parte superficial” un evento como el visto en Gladiador 2.
Teniendo estas consideraciones, y la forma en que se amplificaban para llevar a cabo una naumaquia en el propio Coliseo romano, el experto sostiene que “estas representaciones no fueron tantas porque era un espectáculo que tenía que mover muchos recursos”.
Simplemente Hollywood
Si bien es cierto que Ridley Scott deslumbra con una gran historia de época, basándose en años de uno de los imperios más reconocidos, ampliamente recordados e influyentes en la historia de la humanidad, no debemos olvidar que es una película.
Teniendo en cuenta que las naumaquias existieron en Roma y que probablemente se haya realizado algunas en el Coliseo, las libertades creativas que se permiten en Hollywood dan pie para imaginar, exagerar y plantear todo libremente. Algo que no es necesariamente malo si recordamos que se trata de ficción y no de un documental histórico.
Frente a esto, el Christian puntualizó que lo que se ve en la cinta “es una representación muy al estilo Hollywood, con muchas exageraciones”, asegurando que si ocurrieron estas representaciones en la arena fueron en mucha menor escala.
También hizo hincapié en la fauna expuesta, ya que si bien es cierto que se realizaban actividades con animales, “en ningún caso se hubiera visto un tiburón nadando en el agua”, haciendo referencia a lo complejo que es tener a esta especie en cautiverio para su traslado.
