¿Por qué algunas personas tienen tanta fuerza de voluntad y disciplina y otras no? La explicación está en tu cerebro

La fuerza de voluntad y la disciplina son dos cualidades que nos permiten alcanzar metas y mantenernos enfocados, ya sea en nuestra vida personal, profesional. Sin embargo, no todos parecen tener la misma capacidad para mantener el autocontrol y la determinación.

¿Por qué algunas personas parecen tener una fuerza de voluntad inquebrantable mientras que otras luchan constantemente contra la procrastinación o la falta de disciplina? La respuesta, según los últimos avances en psicología, podría estar en la estructura y funcionamiento de tu cerebro.

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La ciencia detrás de la fuerza de voluntad: ¿qué dice el cerebro?

De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos (NIMH), el cerebro humano tiene ciertas áreas clave que influyen directamente en nuestra fuerza de voluntad y autodisciplina. Entre estas áreas, se destacan la corteza prefrontal y el núcleo accumbens.

1. La corteza prefrontal:

La corteza prefrontal, ubicada en la parte frontal del cerebro, es la responsable de funciones como el pensamiento consciente, la planificación a largo plazo y el autocontrol. En términos sencillos, esta área nos ayuda a tomar decisiones que son buenas para nuestro futuro, en lugar de ceder a los impulsos inmediatos.

Esta es la razón por la cual una corteza prefrontal más activa o más eficiente puede traducirse en una mayor fuerza de voluntad. Los estudios sugieren que las personas con una corteza prefrontal más desarrollada o con mayor actividad en esta región tienden a ser más capaces de resistir tentaciones, como comer en exceso o procrastinar en el trabajo.

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2. El núcleo accumbens:

Por otro lado, el núcleo accumbens, una pequeña región en el cerebro, está directamente relacionada con el sistema de recompensa. Esta área es activada cuando experimentamos placeres inmediatos o gratificación instantánea, como comer un dulce o ver una película en lugar de trabajar.

Investigaciones recientes indican que las personas con un núcleo accumbens más reactivo tienden a ceder más fácilmente a las recompensas inmediatas, lo que puede reducir su disciplina y su capacidad para tomar decisiones que beneficien su bienestar a largo plazo.

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