Un milagro fue lo que vivió Augusto Gruttadauria, un joven cordobés de 29 años, quien logró sobrevivir tras pasar 11 horas sepultado bajo la nieve luego de una avalancha en el cerro López, en Bariloche, en el sur de Argentina.
Gruttadauria, un entusiasta de los deportes extremos y los viajes, como lo retratan sus publicaciones en su perfil de Instagram bajo la frase “Just for fun” (“Solo por diversión”), fue el tercer esquiador que estuvo desaparecido tras la avalancha que generó una intensa búsqueda en la zona.
La tragedia parecía inevitable, pero Augusto logró reportar su paradero a las autoridades, haciendo un llamado al 911 en plena madrugada, que cambiaría el rumbo de la operación de rescate.
Los equipos de rescate se habían visto obligados a suspender la búsqueda debido a las duras condiciones climáticas y los riesgos asociados, con la expectativa de reanudarla al día siguiente si el clima lo permitía.
No obstante, el sorpresivo llamado a las 3 de la madrugada desde el teléfono del joven cordobés lo cambió todo. A pesar de estar sepultado bajo metros de nieve, el joven seguía con vida.
El método gracias al cual sobrevivió
La rápida reacción de los rescatistas fue clave. A lo largo de esas horas, Augusto había logrado sobrevivir creando una burbuja de aire dentro de la nieve, lo que le permitió seguir respirando y hacer uso de su teléfono para solicitar auxilio. Esta acción fue vital para que los rescatistas de la Comisión de Auxilio del Club Andino Bariloche lo encontraran con vida.
Martín Raffo, médico y miembro de la Comisión de Auxilio, formó parte del equipo que asistió a Gruttadauria durante todo el proceso de rescate. “Nos sorprendió gratamente a las 3 de la mañana cuando logró comunicarse. Lo que menos imaginás es que te llamen para una cosa así”, comentó al medio local Río Negro.
En ese momento, tres guías de alta montaña que ya habían asistido en la búsqueda inicial se encontraban en un refugio cercano y, tras recibir la llamada, iniciaron de inmediato el ascenso hacia el lugar donde se encontraba el joven cordobés.
El rescate no fue sencillo. El amante de los deportes extremos se encontraba en la parte más alta de la avalancha, a más de 700 metros de distancia del depósito donde se había concentrado la búsqueda inicial. Con una pendiente de 45 grados, los rescatistas necesitaron más de una hora para llegar hasta el lugar exacto donde se encontraba atrapado.
El plan de evacuación contemplaba dos opciones: la primera, utilizar un helicóptero para trasladarlo, y la segunda, en caso de que no fuera posible el aterrizaje, realizar un rescate técnico con cuerdas. Afortunadamente, la primera opción fue posible, y el helicóptero pudo aterrizar tras la improvisación de un helipuerto en el lugar.
“La suerte nos acompañó en todo momento”, expresó Raffo. Luego, Augusto fue trasladado de inmediato al Varadero de Parques Nacionales, al este de Bariloche, donde una ambulancia del hospital Ramón Carrillo lo aguardaba.
Aunque el joven se quejaba de dolor y sufría síntomas de congelación, estaba consciente y lúcido. Los médicos del hospital aún no han emitido un parte médico completo, pero indicaron que su estado es estable y los esfuerzos se concentran en subir su temperatura corporal. Posteriormente, Gruttadauria solicitó su traslado al sanatorio San Carlos para continuar su recuperación.
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