Por su parte, Duco no tuvo su mejor jornada y consiguió solo un lanzamiento válido, con el que alcanzó los 16,11 metros, lo que la dejó en la 15° ubicación en su heat y 30° en la clasificación general.
Tras la competencia, la deportista nacional valoró su participación en los cuartos Juegos Olímpicos de su carrera, tras competir en Beijing 2008, Londres 2012 y Río 2016. Esta vez, regresó tras ocho años a la cita de los cinco anillos, con una sanción por doping en el medio y la bendición de haber sido madre.
“Mis sensaciones son las de haber clasificado a mis cuartos Juegos, los primeros siendo mamá. Siempre visualicé mi momento en esta pista como lila, morada, con Lucianito mirándome y lo logré, pero lograrlo no fue fácil”, comentó.
“Para mí lo máximo que podía aspirar al nivel que tengo hoy era clasificar y para eso di la vida. Viajé todo el año con Luciano por cuatro continentes y además pasaron muchas más cosas que en algún momento contaré”, agregó.
En esa línea, Natalia Duco valoró la presencia de su hijo en París 2024: “Estar aquí y que Luciano me vea, era todo para mí. Que vea que su mamá sigue luchando por sus sueños, de que no tuvo que renunciar a su carrera deportiva por él y que él no tiene que cargar con esa mochila”.
“Por eso lo hice, para que él como hijo no cargue con ningún peso, sea feliz y vea que su mamá logra lo que se propone. Toda mi vida busqué siempre rendir para decir que tenía un valor y hoy en día no lo necesitaba y eso es muy grande”, sentenció.
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