Hoy jueves 1 de enero comienza la entrada en vigencia de la ley 21.643, más conocida como la Ley Karin, que tiene por objetivo prevenir, investigar y sancionar el acoso laboral y sexual en los espacios de trabajo en Chile.
Cabe recordar que, dicha norma, lleva su nombre en recuerdo de Karin Salgado, quien fue una TENS que se quitó la vida tras sufrir una serie de episodios de acoso laboral.
Con la normativa se establecieron un total de 18 conductas que implican menoscabo hacia los trabajadores y que, por ende, quedan prohibidas con el reglamento.
Bajo ese contexto, en conversación con Ciudadano ADN, la psicóloga laboral académica de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica, Magdalena Garcés, habló de la Ley Karin desde una arista más relacionada con la salud mental de los trabajadores.
“La Ley Karin nos va a permitir empezar a hablar de acoso”
De acuerdo a la psicóloga laboral, la nueva normativa “nos va a permitir empezar a hablar de acoso, qué es el acoso, qué es una conducta incívica”.
A partir de la implementación de la Ley Karin “cuando empecemos a hablar, empezaremos a reflexionar también. Hay gente que toma conciencia, porque con el acoso uno se bloquea, lo niega. (...) Pero no tenemos que tener miedo a empezar a hablar” sostuvo Garcés.
Desde una mirada más psicológica del trabajador propiamente tal, la especialista detalló que “las personas tienen altos niveles de desgaste en los trabajos, mucho malestar y sufrimiento también, y pasa que estamos en una sociedad superindividualista, donde en general se tiende a aislar el sufrimiento”.
“Entonces pasa que ponemos todo en una persona, esa persona que fue acosada, decimos ‘ah, es que tenía ciertas características, está exagerando’ o ponemos todo, que el problema es el acosador, pero un jefe acosador, detrás de él, más que sus características personales, también posiblemente hay una organización del trabajo, que está promoviendo el acoso”, manifestó.
Para ejemplificarlo, Magdalena Garcés puso el caso del área del retail “a veces que hay metas que son inalcanzables, y empieza a pasar que los equipos de trabajo, tienen como máquinas que ponerse a producir, y al compañero que está vendiendo menos, porque puede tener cualquier problema, lo sacan a un lado, lo dejan de invitar a las reuniones, eso es una conducta de acoso, aislar a la persona”.
En ese sentido, la recomendación que entrega la especialista es “pensar, que cuando a mí me complica algo, y lo pongo en el otro, es porque posiblemente ese otro me muestra que a mí también me puede pasar”.
“No significa que nos dejemos de abrazar”
La psicóloga laboral señaló que, en unos talleres de la neuropsiquiatra Marian Rojas Estapé, se plantea que un abrazo de 8 segundos es clave porque pueden cambiar el estado de ánimo de un compañero de trabajo que está complicado.
En ese contexto, Garcés apuntó que algunas personas plantearon que con la Ley Karin “ya no nos podremos abrazar” en los lugares de trabajo.
“Yo decía bueno, es que la ley Karin apunta que si tú nunca en tu vida has abrazado a tu colega, y además no tienes ningún vínculo, y a esa persona tú le caes mal, tal vez no es el momento para ir a abrazarla, pero no significa que nos dejemos de abrazar. Tal vez es que está complicada esa persona, dile a alguien más cercano que lo haga, pero en verdad yo creo que nos hace bien como país y como sociedad”, cerró.
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