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Abogada denuncia millonario robo de gitana que “le vio la suerte” en pleno barrio El Golf

La mujer de aproximadamente 50 años, con pelo largo, negro, ondulado y de relativamente baja estatura está siendo buscada por personal policial.

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Abogada denuncia millonario robo de gitana que “le vio la suerte” en pleno barrio El Golf

Abogada denuncia millonario robo de gitana que “le vio la suerte” en pleno barrio El Golf / DragonImages

Catalina Álamo Misleh, una joven abogada de 27 años, fue víctima de una millonaria estafa por parte de una mujer que le ofreció en la calle ayudarla porque veía que tenía energías negativas y que alguien la había “maldecido”.

Según consignó La Tercera, la mujer de aproximadamente 50 años, con pelo largo, negro, ondulado y de relativamente baja estatura, terminó llevándose dos anillos (diamantes y platino), además de una cadena de oro avaluado en más de $11 millones.

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La querella presentada el 4 de junio por la profesional, relata que la mujer se dirigía a una sucursal bancaria, ubicada en Avenida El Golf 82, para realizar unos trámites. Mientras caminaba por la vereda norte de Avenida Apoquindo, una persona se acercó a ella para pedirle indicaciones.

“Te voy a bendecir, tengo poderes”

“Comenzó a hablarme con un acento gitano muy marcado. Me pidió indicaciones para llegar a la Clínica Alemana de Las Condes, y después de darle la información, me dijo: “Como me ayudaste y me miraste, yo te voy a bendecir, tengo poderes””.

La gitana habría hecho un gesto en una de las palmas de la mano de la abogada. Luego, dijo que debía bendecir las joyas “para que el hechizo funcionara”. Eran su anillo de compromiso, avaluado en $10 millones; su argolla de matrimonio, avaluada en $600.000, y una cadena de oro, avaluada en $500.000.

Al principio, se resistió, pero la gitana se enojó por la desconfianza. Finalmente, la abogada aseguró que terminó cediendo a sus demandas. Le entregó las joyas y la mujer –con el fin de “bendecirlas”– las envolvió en una tela y le pidió que no abriera la tela con las joyas durante dos horas.

Posteriormente, la abogada abrió las telas y se enteró de que sus joyas ya no estaban: la gitana dejó en su lugar un puñado de monedas. “Revisé las telas solo para descubrir, con horror, que solo había monedas; mis joyas no estaban”, manifestó.

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