Guatemala: asesinan a importante dirigente sindical del sector textil y EEUU manifiesta preocupación

Villa Canales de Guatemala

El gobierno de Guatemala expresó sus condolencias por el asesinato de Anastacio Tzib Caal, el máximo dirigente de la federación de sindicatos del sector textil en ese país centroamericano. El ministerio del trabajo manifestó “sus condolencias a la familia y dirigentes sindicales” por la muerte del líder social guatemalteco. Desde el ejecutivo que preside Bernardo Arévalo plantearon a la fiscalía de la nación latinoamericana que lleve adelante una “investigación exhaustiva, transparente y expedita” para dar con los autores materiales e intelectuales del crimen.

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La nota del ministerio del trabajo de Guatemala agrega que “es imperativo que estas investigaciones determinen las responsabilidades y se sancionen a los culpables”. El gobierno hace público este mensaje en medio de los cuestionamientos del mandatario en contra de la fiscal general Consuelo Porras, a quien ha calificado como una “amenaza para la democracia”. Estados Unidos considera a la titular del organismo persecutor, junto a otros personeros de ese país, como corruptos y han recibido sanciones internacionales.

Los medios dan cuenta que Anastacio Tzib fue ultimado a tiros en el municipio de Villa Canales, ubicado unos 30 kilómetros al sur del centro de la capital de Guatemala. El activista, quien fue atacado con armas de fuego el pasado sábado, era el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la empresa textil SAE-A Texpia II. La Red de Defensores de Derechos Laborales en Guatemala calificó el asesinato de “ataque directo y cobarde contra el movimiento sindical”.

Prensa Libre detalla que el gobierno de Estados Unidos, a través de su Departamento de Estado, expresó su condena por el asesinato de Anastacio Tzib Caal. El vocero de la cancillería del país norteamericano, Matthew Miller, indicó en un comunicado que “los ataques contra sindicalistas guatemaltecos limitan las perspectivas de desarrollo económico de Guatemala y socavan los derechos humanos en nuestras cadenas de suministro mundiales”.