En otro capítulo de Tu Nuevo ADN, Andrea Obaid conversó con Roberto Rondanelli, del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia – CR2, sobre el paso del ciclón extratropical por diferentes regiones del país.

Con fuertes lluvias y vientos como principal característica, el evento ya afectó a Rapa Nui y se acerca al territorio continental. Una vez en tierra, se estima que las precipitaciones podían llegar a superar los 200 milímetros en varias zonas.

Frente a esto, la primera intervención del invitado fue para explicar y contextualizar: “Un ciclón es cualquier cosa en la atmósfera, gira en el sentido de rotación de la Tierra, y uno distingue entre los ciclones tropicales, que son los huracanes o tormentas, los tifones”.

En el caso de los extrapropiclaes, son “aquellos que ocurren más cerca del polo, a los 30º sur o a los 30º norte”, lo que también hace variar respecto a sus características y forma de manifestarse.

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Asimismo, conforme a las alarmas que se han levantado respecto al caso de Chile, sostiene que “no hay que preocuparse demás”. Y si bien reconoce la magnitud de este ciclón, “casi del porte de Sudamérica”, hizo un llamado a no alertar de sobremanera.

El especialista también detalló que se encuentra “girando lentamente en sentido ciclónico cuando el viento va de oeste a este, y en la parte sur al revés. Gira en sentido de los punteros del reloj”.

Por otra parte, indicó que “no tiene demasiado viento, no mucho más viento de lo que tendría un ciclón cualquiera en invierno en Chile. Hemos tenido ciclones mucho más intensos”.

“No es una situación de mayor preocupación”, complementó, enfatizando en que no hay que alarmarse exageradamente frentee a lo que pueda pasar. Esto, reconociendo que llegarán lluvias y vientos considerables, por lo que debe existir preocupación, en justa medida y poniendo “las cosas en perspectiva”.

Proyecciones

En lo que respecta a cómo podría pasar y en qué regiones se podrían ver afectadas, Rondanelli puntualizó que “hay lugares donde no se ve ningún día sin lluvia, como en la región del Biobío, algunas zonas de la región de Araucanía”.

Sin embargo, destacó la diferencia con lo ocurrido el año pasado con los sistemas frontales, aludiendo a que al ser un ciclón “está girando y va con estos pulsos (...) como que el ciclón fuera la gran rueda del carrusel y dentro de eso van pasando rueditas más chicas, que son ciclones pequeñitos”, lo que genera esos “pulsos de lluvia”.

“Pero no es la situación del año pasado en la que teníamos otra cosa, lo que es un río atmosférico zonal. A ese sí que le tenemos que tener respeto, porque son situaciones en las que las lluvias pueden ser continuas en un solo lugar durante mucho tiempo”, complementó.

Marejadas

Otra de las aristas que abordó el investigador del CR2 fue lo que ocurriría en zonas costeras, principalmente en el caso de las marejadas. Esto, considerando los amplios kilómetros de costa en el territorio nacional.

En esta perspectiva reconoció que “un ciclón muchas veces es activo en los océanos, y por mucho que llegue debilitado a la costa, igual uno siente el efecto en las marejadas”.

“Probablemente eso es algo de lo que hay que estar atento”, enfatizó, aunque remarcando que “no es un ciclón tropical ni tampoco es el ciclón extratropical que nos haya afectado en los últimos 10 años”.