Dos semanas después del trágico fallecimiento de Toni Espadas, su esposa Irene Cordón aún lidia con el dolor de su pérdida. “Sigo consternada. Han pasado dos semanas y la sensación todavía es que Toni volverá de un viaje”, comentó Ia egiptóloga desde su hogar en Sabadell, cerca de Barcelona.
El guía y fotógrafo español de 54 años, fue asesinado el 20 de mayo en Etiopía. Una bala le quitó la vida mientras conducía un vehículo junto a los animadores Francisco Saavedra y Jorge Zabaleta, quienes estaban grabando la tercera temporada de Socios por el mundo para Canal 13.
El trágico incidente ocurrió mientras Toni trabajaba como guía con su agencia Rift Valley. Irene, su compañera durante los últimos 12 años, expresa su gratitud hacia los chilenos que estuvieron con él en sus últimos momentos. “Toni los conoció el año pasado en Uganda para una temporada del programa y fue maravilloso”, recordó Irene en conversación con LUN.
Le pidió a Pancho Saavedra y a Jorge Zabaleta que le contaran todo
Al enterarse de la tragedia, Irene voló de inmediato a Etiopía, llegando la madrugada del 22 de mayo. Mehari Messele, director de Rift Valley en Etiopía y amigo cercano de Toni, la recibió en el aeropuerto junto a Pancho, Jorge y el resto del equipo. “Me bajé del avión y estaban todos ahí. Macarena(Cerda, productora del programa)vino y me abrazó como si fuésemos amigas de toda la vida. Empezamos a llorar y hablar, solo podía darles las gracias. Estaban ahí con lo mal que lo han pasado, pues estuvieron cuando mataron a Toni, y empatizo con ellos”, relató .
En el aeropuerto, la viuda de Toni Espadas pidió a los animadores que le contaran la verdad sobre lo ocurrido. “Que no escatimaran en ningún detalle”, indicó. Jorge le explicó los detalles en el mismo aeropuerto, y todo el equipo estuvo a su lado.
Ya en el hotel, Irene y los familiares de Toni cenaron junto a los chilenos, que no quisieron separarse de ellos. “Pancho me daba la mano y llorábamos. Ellos conocieron bien a Toni, vieron lo feliz que era. Me contaron que la noche anterior a la tragedia fue fantástica. Cuando yo tuve la última conversación telefónica con él, estaba eufórico, feliz”, expresó.
“Me contaron que se rieron y compartieron junto a él, y eso fue el mejor apoyo que pude encontrar en esos momentos. El amor que me transmitieron fue parte del consuelo. Si existen los ángeles, para mí son ellos”, añadió.
El equipo de Saavedra y Zabaleta regresó a Chile la madrugada del 27 de mayo, el mismo día que se realizó el velatorio de Toni en Barcelona. Aunque no pudieron asistir físicamente, participaron en una ceremonia de despedida en Etiopía junto a Irene. “Hasta el día de hoy me siguen escribiendo. Siento como si estuvieran aquí, aunque estemos lejos geográficamente. Cristóbal, otro miembro del equipo, vive en Barcelona y vino en representación de todo el grupo”, señaló.
Además de que la viuda de Toni no descartó visitar Chile en un futuro. “Tengo unas ganas enormes de ir a Chile, nunca he ido y ahora para mí es sinónimo de amor, estar con mis amigos, porque así les digo. Estuvieron con mi marido en ese momento y cada vez que sepa que van a África, voy a tomar un avión para verlos. Ellos se volvieron muy importantes para mí, me hizo fenomenal poder hablar con ellos y siempre serán bienvenidos en mi casa”, aseguró.
Viajará a Etiopía y no guarda rencor contra los responsables
La egiptóloga enfatizó que no busca culpar a la tribu Mursi ni a ninguna otra etnia por el incidente: “Lo que pasó fue un accidente, una bala fortuita. Los Mursi tienen fama de belicosos, pero muchas veces he estado con ellos, jugando con los niños y las mujeres, y todo el equipo quedó encantado con ellos. El problema es el armamento, que hay Kalashnikovs en las casas. Un joven pudo haber estado bebido o drogado, y no puedes darle un arma porque apunta y dispara, como pasó”.
“Para mí es importante limpiar el nombre de los Mursi. No sé si el chico pertenecía a ellos, da igual. No le tengo odio a él, sino al mundo que permite que tengan armamento, contra los países que venden armas. No me interesa que lo atrapen, para mí el problema de base es más grave. Esa mañana Toni les pagó con sacos de comida a los Mursi para poder grabar. Así pagamos, con comida y herramientas para que trabajen la tierra”, complementó.
Finalmente, Irene Cordón reveló que desea regresar pronto a Etiopía. “A Toni lo incineré porque fue su voluntad y llevaré sus cenizas a Turmi, donde tenía seres queridos. Se lo debo a la tribu Hamer y a Etiopía, el país que más amaba. Les he dicho y les digo a todos que nunca dejen de viajar ni de visitar esos lugares. La vida puede ser muy corta y hay que vivirla intensamente. Hay que viajar y conocer para respetar otras culturas, sobre todo en África”, concluye Irene.
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