¿Si no me abrigo o “ando a pies pelados” me puedo resfriar? Esta es la respuesta de los doctores

Cada año cuando llega el frío y aumenta la circulación de virus respiratorios en Chile, vuelve a la palestra una creencia popular más que arraigada entre sus habitantes.

Ahora, mientras los casos de Influenza van al alza también se acrecienta el mito de que si alguien no se abriga bien ante las bajas temperaturas, este podría enfermarse.

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La misma idea, que a veces se simplifica como “andar a pies pelados”, es analizada a continuación por doctores convocados por ADN.cl.

¿Hay realmente una relación entre la falta de abrigo y los virus respiratorios?

“El hecho de que haga frío y que no se abrigue una persona no tiene relación con la adquisición de enfermedades respiratorias en invierno”, explica tajante la doctora Georgina Miranda, jefa de la Unidad de Enfermedades Respiratorias de Clínica Alemana.

Según la misma profesional las situaciones se dan por el traspaso de virus o bacterias y no ante un cambio de temperatura. Siendo así las afecciones llegarían porque aumenta la población circulante y un contacto estrecho podría acarrear el malestar proveniente de otro.

“Habitualmente se asocia la exposición al frío con la mayor incidencia y severidad de estas infecciones, sin embargo, es un tema controversial decir qué tan cierto es que el frío sea un factor que predisponga contraer estas infecciones”, dice por su parte Daniela Villarroel, jefa de Urgencias de Clínica Bupa Reñaca.

Pero ojo, porque pese a la falta de evidencia científica concreta, existirían artículos que intentarían establecer una relación entre ambas situaciones.

“Se cree que la exposición al frío de las vías aéreas y del cuerpo, además de la hipotermia, generan una respuesta fisiológica de vasoconstricción de la mucosa de la vía aérea y una disminución de la respuesta inmune de esa zona”, dice Villarroel.

Lo anterior significaría una afección contra la primera barrera que existe de protección contra las infecciones virales, acarreando una mayor susceptibilidad a contraerlas. Aunque, como se desprende, por ahora es solo una teoría.

¿Y cómo se puede evitar una enfermedad en esta época del año? Acorde a las voces consultadas por este medio la respuesta es simple y la prevención sería similar a aquella desplegada en la era Covid.

Situando como prioridad la vacunación, las precauciones también incluyen el uso de mascarillas en aglomeraciones, el lavado frecuente de manos, la ventilación de espacios cerrado y la limpieza de superficies.