Visiones de Madres Cuidadoras: una realidad que pone el corazón de las mujeres al servicio de personas con discapacidad
Según estudios del Instituto Milenio, más del 90% de las personas cuidadoras formales son mujeres de mediana edad. Y que, a pesar de las complejidades, un 87% de ellas está satisfecha con su rol.
Se estima que más del 50% de las mujeres en Chile tienen hijos; una cifra que marca una tendencia; y que para algunas familias tiene mayores desafíos cuando sus niños nacen o desarrollan alguna discapacidad cognitiva severa.
En nuestro país, miles de jóvenes y adultos tienen daños neurológicos irreversibles; o son discapacitados mentales severos y profundos. Muchos de ellos son acogidos por el Pequeño Cottolengo de Cerrillos, que hace 54 años, tomó esta problemática social.
Revisa también
Gran parte de sus residentes tiene situación de abandono total de sus familias, procedentes de diversas regiones del país y que en su mayoría han ingresado al hogar por medida de protección. Allí cuentan con sus cuidadoras, que muchas veces cumplen el rol de “madres sustitutas”, que protegen y ayudan a vivir a cerca de 300 residentes.
“Como funcionarias tan cercanas a la realidad de nuestros residentes, debemos tener la capacidad de comprenderlos y atender sus necesidades puntuales. Desde mi área nos preocupamos de las dietas, incluso la consistencia y solidez de la comida, por las problemáticas de los pacientes”, cuenta Verónica Canales, auxiliar de alimentación con tres años de experiencia en Pequeño Cottolengo.
En esa línea, destacó que “soy mamá también de un niño de un año y no puedo no empatizar. Así mismo, aquí pasamos a ser, de alguna forma, del núcleo familiar de los residentes. Les damos afecto y creemos en ellos. Sus sonrisas reflejan un amor desinteresado que nos hacen mejores personas”.
Modelo de Gestión Integral
La residencia se destaca por orientar su accionar hacia un enfoque de tipo familiar, para lo cual cuenta con infraestructura y funcionamiento a partir de pequeños hogares donde sus integrantes comparten las actividades diarias básicas de alimentación, descanso, aseo y recreación; además de todo un completo programa de rehabilitación, inclusión y esparcimiento.
“Nos inspiramos en ese vínculo para acoger a muchos niños, que llegan aquí en situación de abandono. Es ahí donde conectamos con el rol maternal desde nuestra forma de trabajar. Cada cuidadora e integrante de Pequeño Cottolengo, busca generar bienestar, confianza y cercanía en todos nuestros residentes, respondiendo a sus necesidades para vivir en armonía, destacó Cristián Glenz, director ejecutivo de Pequeño Cottolengo.
Todo a través de un bajo un Modelo de Gestión Integral (GESIN) único en Chile, que en 54 años de existencia se ha ido adaptando a las necesidades de ayuda social, el cual considera una serie de programas como la intervención psicosocial, la acción en redes, educación especial, programa de voluntariado, talleres, alimentación, entre otros.
El rol de los cuidadores en Chile
El estudio MICARE titulado “Personas cuidadoras y trabajo de cuidado en Chile”, que tuvo su primera ola de datos en 2023 y es desarrollado por el Instituto Milenio para la investigación de Cuidado, distingue en Chile dos tipos de establecimientos formales:
Los Establecimientos de Larga Estadía para Adultos Mayores (ELEAM) y Establecimientos para las Discapacidades Intelectuales y del Desarrollo (DID), como Cottolengo.
“El cuidado es un fenómeno social complejo que puede ser entendido desde múltiples niveles y considera a numerosos actores. Cuidar es una acción que tiene el poder de crear a su alrededor una imbricada red de relaciones afectivas y sociales que dan sostén al tejido social”, cuenta Marcela Tenorio, directora Alterna de MICARE.
En ese ámbito, el estudio revela que más del 90% de las personas cuidadoras formales encuestadas son mujeres de mediana edad (media de 43 años en ELEAM y 45 años en instituciones DID). Y que, a pesar de las complejidades y rol de un cuidador, un 87% de ellas está satisfecha con su rol.