Astrónoma de la Universidad de Chile se refirió al hallazgo del agujero negro en la Vía Láctea y explicó sus increíbles dimensiones

En otro capítulo de Tu Nuevo ADN Andrea Obaid conversó con la astrónoma Andrea Mejías para profundizar sobre el descubrimiento del agujero negro más grande de la Vía Láctea gracias a un telescopio ubicado en Chile.

Bautizado como Gaia BH3, posee una masa que es 33 veces más grande que el Sol y se encuentra a una distancia aproximada de 2.000 años luz de la Tierra, siendo relativamente cercano.

A modo de contextualización para comprender el terreno científico, la invitada comentó sobre los agujeros negros que “son una sobre densidad muy grande, una concentración muy grande de materia, lo que provoca efectos gravitacionales muy intensos y deforman el espacio y tiempo que está a su alrededor”.

Por otra parte, un aspecto clave que destacó fue que “los agujeros negros no son observables, no emiten ningún tipo de luz, porque su gravedad es tan potente que ni siquiera la luz puede salir”.

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De esta manera, se hace bastante complejo conocer más a fondo su naturaleza y hablar con seguridad de su comportamiento. “Todas las observaciones que tenemos y todos experimentos que se han hecho para demostrar la existencia de los agujeros negros son medidas indirectas. Es observar lo que le pasa al entorno”.

Respecto a lo que se puede ver en las diferentes imágenes registradas, la especialista comentó que esa especie de “dona naranja es gas y material que está orbitando alrededor del agujero negro muy rápido, por los mismos tirones de gravedad; se acelera mucho y eso hace que el gas se caliente”.

“Lo que nosotros vemos es esa radiación, esa luz producto de este movimiento muy rápido. Pero el agujero negro está dentro de esa ‘dona’, más al interior. Lo que nosotros podemos ver es hasta el horizonte de eventos. De ahí para adentro es invisible”, explicó, aludiendo a que no sabemos qué hay adentro por “una línea que no podemos cruzar”.

La investigación detrás con importante rol de Chile

Dentro de los puntos a destacar del reciente hallazgo, datos fueron obtenidos por el telescopio Very Larga Telescope (VLT), situado en el desierto de Atacama, en Chile, en el marco de la Misión Gaia, un observatorio espacial operado por la Agencia Espacial Europea (ESA).

Frente a esto, Mejías hizo hincapié en que lo que se hace en esta misión es “publicar cada cierto tiempo todos los datos que tiene. Es una base de datos pública a la cual todos podemos acceder a medida que se va liberando”.

Así, un equipo de astrónomos se encontró con “una estrella que tenía movimientos raros. Y para ver qué pasaba con esa estrella, pidieron tiempo en VLT. Con esos datos pudieron confirmar la existencia de este agujero negro, que es más bien el compañero de esta estrella que se movía raro”.

Gaia BH3

Entrando en materia específica sobre el reciente descubrimiento del agujero negro que ha hecho noticia en todo el mundo, y aterrizando la información a términos simples, Andrea Mejías apuntó a sus increíbles dimensiones.

Lo primero a tener en cuenta es que en “nuestra galaxia completa, de punta a punta, si viajáramos a la velocidad de la luz, nos vamos a demorar 100 mil años en recorrerla”.

Y “si pudiéramos viajar al agujero negro a esa misma velocidad, vamos a llegar en 2 mil años. Está relativamente cerca en comparación al tamaño de la galaxia, pero aun así es una distancia ridícula para traerla a algo tangible. Aun así, es el segundo agujero negro más cercano a la Tierra”.