Exministro de la Suprema acusa “mano negra” en polémica por compra de Lexus y dice que los magistrados necesitan los autos por “comodidad y seguridad”

Siguen las reacciones por la polémica decisión de comprar 22 vehículos Lexus para los jueces de la Corte Suprema, pese a que el máximo tribunal ya anunció que no avanzaría con dicha renovación de la flota de autos de lujo.

El último hito de esta controversia se conoció este miércoles, luego que la Corte Suprema decidiera no aceptar la renuncia presentada por Ricardo Guzmán Sanza, director de la Corporación Administrativa del Poder Judicial (CAPJ), precisamente por el denominado “caso Lexus”. Sin embargo, se mantiene el sumario administrativo.

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Y también esta jornada se sumó otra voz en la polémica. El exministro de la Suprema y expresidente del Tricel, Patricio Valdés, habló con ADN y defendió la decisión inicial de comprar los autos Lexus.

“No recuerdo que en las últimas ocasiones en que se hizo un cambio por vehículos similares, de acuerdo a las nuevas tecnologías, se reclamara. Nadie reclamó, todo lo contrario, la gente decía qué bueno que estén adaptando las nuevas tecnologías de los autos híbridos”, dijo.

El también exconsejero de la CAPJ indicó que los 22 Lexus “tienen un valor alto efectivamente porque son autos de mucha categoría que indudablemente los ministros lo necesitan porque necesitan además comodidad y seguridad. Son gente que muchos han dado su vida por la carrera judicial. Piense usted que en el Poder Judicial los ministros no tienen donde almorzar, lo que resulta ser un absurdo”.

Valdés argumentó que “yo creo que aquí lo que pasa que esta salida a la luz, ya sea para contar la real situación por la que atraviesa el país en materias que le interesan a todo el mundo, tal como son las isapres o la materia previsional o por algún otro motivo oculto que no se ha señalado, hayan sacado esto”.

“Si usted saca la cuenta de cuánto saldría comprar los 22 autos a una categoría un poco inferior le aseguro que la diferencia sería frente a todos los costos de lo que gasta el Estado, sería mínimo (...) Yo creo que aquí hay una especie de mano negra en todo esto”, remarcó.