Científicos establecen cuánto es el ejercicio mínimo para mantener la presión arterial bajo control

Un reciente estudio ha arrojado luz sobre la cantidad de ejercicio que las personas deben incorporar en sus rutinas semanales para controlar eficazmente su presión arterial. Los hallazgos brindan información valiosa sobre el papel de la actividad física en el mantenimiento de la salud cardiovascular.

La investigación, publicada en la Revista Estadounidense de Medicina Preventiva, realizada por un equipo de científicos, tenía como objetivo determinar la duración e intensidad óptimas del ejercicio necesarias para gestionar eficazmente la presión arterial. La presión arterial alta, o hipertensión, es un problema de salud prevalente asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

Según el estudio, las personas que realizan aproximadamente 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada cada semana pueden experimentar mejoras significativas en el control de la presión arterial. Esto equivale a tan solo 30 minutos de ejercicio moderado la mayoría de los días de la semana.

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Los ejercicios de intensidad moderada incluyen actividades como caminar rápido, andar en bicicleta y nadar. Se sabe que estas actividades tienen un impacto positivo en la salud cardiovascular y son accesibles para personas de diversos niveles de condición física.

Además, la investigación enfatizó que la consistencia en la actividad física es fundamental. Se descubrió que el ejercicio regular, incluso en períodos más cortos, es más efectivo en el control de la presión arterial que los entrenamientos esporádicos e intensos.

Los hallazgos del estudio subrayan la importancia de incorporar actividad física de intensidad moderada en la rutina semanal para un mejor control de la presión arterial. Brinda a las personas una guía clara para mantener su salud cardiovascular a través del ejercicio regular.

El control de la presión arterial mediante el ejercicio no solo reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, sino que también promueve el bienestar general. Sirve como recordatorio de que una inversión relativamente pequeña de tiempo en la actividad física puede proporcionar beneficios significativos para la salud, lo que la convierte en una valiosa adición a un estilo de vida saludable.