Crítica. “Berlín”: una atractiva extensión de “La Casa de Papel” pero con nuevos personajes y diferente narrativa
Álex Pina supo plasmar la misma fórmula que en la serie de base, pero de manera más liviana y tonalidades menos densas.
Cada vez falta menos para el estreno de Berlin, la nueva serie de Netflix enfocada en el querido personaje de La Casa de Papel. En ADN ya tuvimos accesos a sus 8 capítulos y aquí te contamos de qué se trata y si es tan buena como su predecesora.
Hace ya varios meses que venimos hablando de este proyecto y estamos a una semana de su lanzamiento. Frente a esto surgen diferentes dudas, la principal: ¿Es tan buena como el título principal? o ¿Realmente era necesaria su creación?.
La respuesta rápida a ambas interrogantes es que no. Aunque eso no quiere decir que sea una historia mala o floja, pero es imposible no compararla con ‘LCdP’, lo que claramente no es muy beneficioso.
Este spin-off nos sirve para conocer más a Andrés de Fonollosa en sus aventuras previas al atraco de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Además, nos permite profundizar en una intensa y muy especial relación amorosa.
Vemos cómo se va forjando la actitud y visión del personaje que conocimos en 2017. Asimismo, lo tenemos al frente de su propio golpe con el que pretende robar 44 millones de euros en joyas.
De esta manera tenemos una dualidad muy interesante en la trama; la vida criminal y el amor. Todo esto tiene mayor sentido para aquellos que vieron La Casa de Papel y cuentan con conocimientos previos de quién es Berlin. Y si bien no es imperiosamente necesario haber visto el título central, ayuda bastante para disfrutar de cada detalle plasmado en el guion.
Criminales en la Ciudad del Amor
Andrés y su enamorada, Camille, no son los únicos que le brindan el tono romántico a la serie, pues los aires de París dejan en claro por qué le hicieron ganarse el apodo de Ciudad del Amor. Esto llega a ser un punto claro en la diferenciación con ‘LCdP’, entregándole otro foco a la producción.
El equipo convocado por Berlín cumple sin mayores problemas con sus objetivos delictuales, pero sus mayores amenazas y complicaciones en la misión llegan desde el interior, desde las relaciones y nexos que van estableciendo.
Un ejemplo claro de cómo la impulsividad de la atracción íntima puede enredar las cosas es el vínculo especial que establecen Roi (Julio Peña Fernández) y Cameron (Begoña Vargas). Él intentando ser correcto pero cediendo ante los encantos y actitud avasalladora de ella, lo que conduce a más de un problema.
Por otra parte, tenemos a Bruce (Joel Sánchez) y Keila (Michelle Jenner), dos polos opuestos en los que existe una tensa atracción sexual, aunque muchas vista como indebida y totalmente fuera de lugar por ella.
La química entre ambos nos mantiene siempre en ese tono más juguetón y divertido, siendo clave para transitar en equilibrio entre las ramas que se mueve la historia.
Obviamente, no podía faltar el desamor, el quiebre, que en esta ocasión es representado por el mayor del grupo, Damián (Tristán Ulloa), quien sufre un quiebre a la distancia y lo sumerge en la tristeza. Así, queda demostrado cómo el amor en sus distintos niveles y caso puede influir en un golpe maestro.
Un equipo que quiere dejar su propia huella
El desarrollo de los personajes juega un rol clave para la trama en diferentes aspectos. Se debe marcar una identidad propia para no caer en las comparaciones con los icónicos protagonistas de La Casa de Papel.
Lo que resulta ser una tarea bastante difícil, con el pasar de los episodios se va construyendo una identidad única para cada uno de los nuevos rostros. Pero esto no quiere decir que se descarte todo tipo de paralelismo, siendo el caso de Cameron y Tokio (Úrsula Corberó).
Así es como el guion y la interpretación del elenco deben compenetrarse de la mejor manera posible y lo cierto es que se logra en forma justa y necesaria, ya que se mantiene la esencia de lo que ya hemos visto hasta ahora en las entregas anteriores.
Álex Pina, creador de Berlín y de La Casa de Papel, quiso repetir la base de la fórmula, pero en esta ocasión apostó por algo más distendido, menos denso y con más espacio a la entretención liviana.
Esto pasa por la visión más amable que se nos entrega de Andrés de Fonollosa y las relaciones entre el equipo. Además, no se profundiza en demasía en el pasado de cada uno de ellos, invitándonos a vivir la historia del momento.
Aún así, el producto final logra entregarnos una trama interesante y divertida, con toques de humor en la dualidad de las relaciones amorosas en medio de un golpe criminal.
Berlín tiene agendada su fecha de estreno para el próximo viernes 29 de diciembre en Netflix, sumándose directamente al catálogo.