Crítica. “Godzilla Minus One”: el gran rugido del Kaiju que revoluciona el cine japonés
La película asoma como una de las mejores entregas de este personaje tan popular en la cultura nipona con acción, destrucción y muchas emociones a flor de piel.
Probablemente hay muchos que al enterarse de Godzilla Minus One pensaron, con cierto nivel de tedio que se trataría de otra película innecesaria en torno al monstruo que vimos por primera vez en 1954.
Pero en ADN tuvimos la posibilidad de ver el film y te puedo asegurar que no es así. Takashi Yamazaki, director y guionista del proyecto, propone una historia profunda, diferente, pero igual de potente que alguna de las mejores entregas previas.
De igual manera, hay que tener en cuenta ciertos aspectos que marcan la forma y predisposición para ver este film. Una arista a considerar es que estamos hablando de una propuesta japonesa con todas sus letras. La forma en que se narra la historia responde a un sello de la cultura cinematográfica nipona.
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Con esto hay que entender que el ritmo puede no gustar del todo o no convencer. A ratos se pasa de estar muy arriba con los estímulos propios de la acción a la que nos tiene acostumbrado Godzilla, pero en un par de segundos nos aterrizan en pasajes muy bajos y calmados.
Sin embargo, esto no quiere decir que sea algo negativo desde una mirada objetiva, sabiendo que la narrativa está fielmente basada en el cine de Japón. Aún así, en algunos momentos da para cuestionarse si los 125 minutos (2h y 5m) eran totalmente necesarios.
Pero ahí está la magia de esta cinta, ya que se logra plasmar un juego de emociones con mucha emotividad que fortalece una trama en medio de acción y mucha destrucción.
Un lado humano entre tanta monstruosidad
Ambientada a finales de la Segunda Guerra Mundial, con los primeros minutos se nos pone en un contexto histórico pero a la vez humanitario, cargado de recuerdos y ubicándonos en una época muy singular de la historia, en especial para los japoneses.
A partir de aquí se comienza a construir un argumento con fuerza, con dramatismo. Y es que todo gira en torno al piloto kamikaze Kōichi Shikishima (Ryunosuke Kamiki) que resulta ser un desertor que sufre por las consecuencias de ello.
En las primeras escenas se encontró cara a cara con el Kaiju, pero sus decisiones que lo mantuvieron con vida decepcionaron a algunos de sus compañeros. A partir de ese momento, estando traumatizado por todo lo que generó el monstruo en su interior, comienza a atravesar etapas claves en su vida donde tiene que luchar con sus propios fantasmas antes de ir a la batalla contra la amenaza real.
Además, Shikishima se encuentra con una mujer y una bebé que poco a poco se irán transformando en su familia, sumándole otro nivel de sentimentalismo al guion conforme van avanzando los años dentro de la ficción.
Por otra parte, aquel escenario se desenvuelve en medio de un paisaje desastroso, con edificios en ruinas y casas destruidas, recordándonos a cada momento el duro momento que se vive en Japón.
Todo esto también resulta ser un punto alto dentro de la película, ya que el apartado visual, muy sobrio, fue logrado de manera correcta, traspasando sensaciones pero sin ser lo suficientemente llamativo o imponente.
El desarrollo de los personajes en la historia
No hay que olvidar que Godzilla Minus One es una película de un monstruo gigante que arrasa con todo a su paso, algo que quedó plasmado en varias escenas que se teñían de mucha violencia.
Pero lo que hace especial a este film es la conexión que se logra establecer con cada personaje, haciéndosenos partícipes de su historia, de sus emociones.
Asimismo, se debe reconoce que el objetivo se logró sin la necesidad de ocupar más metraje para profundizar de manera innecesaria en cada uno de ellos. La forma en que se va desarrollando cada personaje es especial y se nos explica claramente su rol único dentro de la trama, de manera concisa. Así es como al final terminamos apreciando a todos ellos en sus respectivas medidas conforme nutren la trama central.
Es por esto que los giros se destacan aún más dentro del film, con una escritura que aborda el heroísmo, la sensibilidad y las emociones de manera justa y precisa, logrando ese sube y baja de sensaciones.
Así, con la repartición de tiempo y espacio minuciosamente medido, podemos decir que Godzilla Minus One es uno de los títulos más destacados de este icónico personaje. Se mezclan algunos aspectos clásicos de las entregas pesadas, historias originales fieles al estilo japonés y nuevos elementos de la industria moderna.
Poniendo las cosas en la balanza, y en simples palabras, lo ideal es ver la película en la pantalla grande y con el mejor sistema de sonido posible para disfrutar al máximo de las secuencias de acción que nos mantendrán enchufados en medio de la trama humana que, si bien cautiva a su manera, no es del gusto de todos.
Hay que recordar que el estreno está agendado para el el 28 de diciembre en las salas de cine Cinépolis.
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